Más flexibilidad para elegir preguntas y puntuar en las PAU
La comisión organizadora de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) anunció ayer los criterios de flexibilización para las pruebas de este año, fijadas provisionalmente para los días 7, 8 y 9 de julio. Las decisiones más relevantes son que los estudiantes tendrán más opciones en la elección de enunciados de las pruebas y que en algunos casos se variará la forma de puntuar los exámenes.
Estas adaptaciones no comportarán en ningún caso la reducción de temarios, ya que eso podría perjudicar a los estudiantes de bachillerato que no hayan tratado en clase los temas que entren en el examen. La razón es que cada centro tiene autonomía en el diseño de la programación de los contenidos, lo que implica que los temarios se imparten en distintas etapas del curso. El objetivo es facilitar que el alumnado pueda asumir el conjunto de la prueba propuesta con independencia de las circunstancias en que haya tenido acceso al proceso de enseñanza y aprendizaje en el último trimestre del curso escolar.
El secretario general del Consejo Interuniversitario de Cataluña (CIC), Lluís Baulenas, garantizó que este modelo permite “sacar la máxima nota posible” pese a no haber podido hacer parte del temario inicial. “Ningún estudiante quedará atrapado en una pregunta obligatoria que sea una parte de la materia que no ha podido dar en clase. Podrá adaptar su PAU en función de lo que haya hecho durante el curso eligiendo sus opciones”, aseguró Baulenas.
Por otra parte, el plazo de la matriculación en la convocatoria ordinaria pasa de quince días a un mes (del 15 de mayo al 15 de junio) y será única para todo el alumnado: los de bachillerato, los de ciclos formativos de grado superior y aquellos que vayan por libre. La comisión entiende que no era necesario hacer un cambio radical en los modelos de exámenes porque tanto el profesorado como los alumnos ya conocen el sistema y lo habían trabajado en los meses previos al confinamiento.
Tampoco convenía alargar el tiempo de lectura de los enunciados porque “perjudicaría a los estudiantes”, y se ha valorado también que cada materia tiene sus propias características y un modelo habitual de examen, lo que incide en que la adaptación “no se podía hacer de manera universal y homogénea”.
Por tanto, se intentará preservar en la medida de lo posible la tipología y estructura habitual de los ejercicios, problemas y preguntas de los exámenes y adaptar, si es necesario, la puntuación. En los enunciados, se ha optado adaptar el número de preguntas que resolver para que el alumnado pueda elegir cuáles responde entre el total de preguntas que se propongan.
La adecuación de las pruebas, del 7 al 9 de julio, no conlleva menos temario para no perjudicar a nadie