Los restauradores reclaman un plan de rescate urgente
El sector pide poner más mesas en las terrazas, pagar un 75% menos por ocupar este espacio y rebajas en otros impuestos
“Los negocios están tocados de muerte: un año sin el Mobile, sin Semana Santa, sin turismo internacional. Se tiene que reflotar el sector”. Es la llamada de auxilio que lanzó ayer Roger Pallarols, director del Gremi de Restauració de Barcelona. La entidad reclama al gobierno sociocomún y a los grupos de la oposición que pongan en marcha un plan de rescate de manera urgente que permita que, cuando acabe el confinamiento y de nuevo puedan abrir, los establecimientos puedan ampliar sus terrazas, ganando en aforo, así como una rebaja de los impuestos que han de pagar al Ayuntamiento por su actividad. “Limitar las bonificaciones a los días de estado de alarma no es suficiente”, asegura el Gremi de Restauració. Y avisan: o se toman medidas más contundentes o no se podrá “evitar el cierre masivo de negocios y la destrucción de ocupación”.
En este sentido, entre las diferentes medidas que solicitan está que se autorice, de forma excepcional, incrementar el número de mesas y sillas de las terrazas y no sólo ampliar el espacio de ocupación al aumentar la separación entre ellas para respetar el distanciamiento social. Se acogen a que ciudades como Madrid y Sevilla ya lo están estudiando. El Gremi de Restauració defiende que esta medida es necesaria para compensar la pérdida de aforo interior y aseguran que las terrazas desempeñarán
“un papel clave en el proceso de reactivación económica”.
La entidad, en este caso poniendo como ejemplo el Ayuntamiento de Palma y el área metropolitana de València, también solicita que se exima al sector del pago del tasa de terrazas en un 75%, además de otros tributos como el de la recogida de basuras o el Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Otra de las peticiones es iniciar la “revisión” de los importes actuales de la ordenanzas de terrazas, que a finales del año pasado tuvo la aprobación de una fuerte subida, “para ajustarlos” al nuevo contexto económico poscoronavirus y en consenso con el sector.
Para hacer oír sus demandas, el sector inició ayer una ronda de contactos con el gobierno municipal, pero también con los grupos de la oposición. De hecho, la semana que viene, aunque hay pleno el miércoles y el día de antes se escenificará el gran pacto de ciudad, está previsto que empiecen las reuniones del ejecutivo bipartito con los diferentes grupos para abordar el reajuste del actual presupuesto, el del año 2021 y también hablar sobre medidas económicas vinculadas a la pandemia.
Tal y como avanzó ayer La Vanguardia, el gobierno sociocomún estudia la posibilidad de ampliar el espacio de las terrazas de bares y restaurantes, algo de lo que es también partidario Esquerra, aunque a priori para que no se pierda aforo por el distanciamiento social, no para aumentarlo.
En el caso de tasas municipales como las que afecta a las propias terrazas, por ahora el ejecutivo bipartito ha aplazado su aplicación y, de forma genérica, ha hablado más de posibles bonificaciones que de rebajas, algo por lo que sí estaría ERC, aunque sin cambiar la esencia del impuesto. El resto de formaciones son partidarias en algún caso de su eliminación. En este sentido, quienes hasta ahora se han mostrado más partidarios de la exoneración de tasas durante este año o la anulación de subidas han sido Ciudadanos o PP. Eso sí, todos los grupos reclaman una revisión de las ordenanzas fiscales.
El Ayuntamiento ahora está más por que no se pierda aforo y por las bonificaciones temporales