Poemas virtuales para el desahogo colectivo
Llamada al 659-86-10-32. Una voz empieza a recitar un poema de Gata Cattana. “No aman de igual forma / los ricos y los pobres…”. Es el teléfono de Poesía de Emergencia, que funciona con voluntarios desde hace dos años. Pero ha sido a raíz del estado de alarma cuando la línea ha empezado a recibir más peticiones de versos. Hasta unas 350 a la semana. “Al principio no me creía que la gente quisiera escuchar tanta poesía”, explica Edu Bernal, impulsor de la iniciativa que esta semana se ha exportado a Bélgica y Austria.
Pero es sobre todo en las redes sociales donde la poesía más aflora estos días con multitudes de propuestas nacidas desde el confinamiento que invitan a compartir en forma de verso la situación actual y los sentimientos que genera. “La poesía puede ser un flotador”, comenta Blanca Llum Vidal, una de las últimas poetas en colaborar en el Twitter de Poeta de guàrdia, que publica a diario un vídeo de un autor recitando su propio poema nacido en la cuarentena.
En Instagram ha alcanzado popularidad Inversos, donde cada poeta reta a otro a escribir sus versos en 48 horas. El primero fue Jota Santatecla, conocido como el poeta del metro. “La poesía da un poco de calma en estos momentos, se comparten emociones y nos hace más libres desde nuestras casas”, considera. La cuenta ha recibido la participación de personas no retadas. “Tenemos más de 400 poemas”, detalla el responsable de la iniciativa Rubén Ferrández. Otras propuestas también han despertado la inspiración colectiva, como la lanzada por el componente de Txarango Alguer Miquel con la etiqueta #Poesiaenquarantena y que ya ha superado los 300 poemas.