¿Podría seguir actuando una orquesta? “Sí, con tests antes de cada ensayo”
La Simfònica Camera Musicae (OCM), uno de los proyectos más sólidos de la escena orquestal catalana –que se financia sólo en un 15% con dinero público aunque se rodea de grandes artistas internacionales–, ha dado un paso al frente al presentar su temporada estable del Palau de la Música 2020-2021. Una paso al frente que no en falso, pues su director, Tomàs Grau, observa que si las condiciones sanitarias no permiten llevar a cabo sus proyectos, no los cancelan, sólo los posponen, como ya han hecho con los tres últimos de la actual temporada, dando opción al público a reutilizar su entrada o recuperar su importe.
“Llevamos dos años trabajando sobre la programación 2020-2021 y las fechas son las que son. Si en septiembre se pueden hacer conciertos, fantástico, si no pospondremos la Novena Sinfonía de Beethoven para el invierno, la primavera...”
Esta Novena junto al Orfeó Català y solistas catalanes inauguraría la temporada del 15.º aniversario de la OCM el 21 de septiembre. ¿Ven eso factible? “Estamos estudiando qué conciertos sería posible hacer con un aforo reducido –afirma Grau–, pero hemos querido dar un voto de confianza a la sociedad, porque nos estamos portando muy bien y en caso de recuperarse la normalidad, nosotros estaríamos ahí”.
Los miembros de la orquesta, que en gran parte son siempre los mismos si bien cobran por proyectos, están ahora mismo parados. Y no saben cuándo podrán reanudar los ensayos. Ahí no funcionan las leyes de la distancia social: dejando dos metros entre ellos no se puede ofrecer el mejor concierto. “Una cosa es que el aforo del público sea de un tercio y otra que el plan de protección garantice que los músicos puedan tocar juntos”, indica el director. ¿Cuál sería la solución? “Hacer tests a cada uno cada día de ensayo y de concierto. Hay que garantizar que hay esos tests para que el escenario esté controlado”.
De momento todo está por ver, aunque Grau confía en las pruebas que se están llevando a cabo para reducir la viralidad. En julio tienen planeado hacer algo en streaming...
En el Palau son nueve las producciones diseñadas, con un presupuesto de 40.000 euros. Y de producirse esta hipotética feliz realidad, en octubre tocarían con el gran Ivo Pogorelich (Concierto para piano
La Simfònica Camera Musicae presenta temporada en el Palau con Pires, Pogorelich, Maisky y Midori
núm. 2 de Rachmáninov) y en noviembre vendría a dirigirles Andrea Marcon (la Trágica de Schubert y el
Triple concerto de Beethoven con el Trio Fortuny). El punto álgido del ciclo llegaría en diciembre, con un programa Mozart que incluiría la Sinfonía Júpiter y a Maria Joao Pires tocando el Concierto n.º20.
El cello de Mischa Maisky protagonizaría el concierto que dedican al centenario de la Orquestra Pau Casals, en enero, no sin antes haber dedicado una tarde a Star wars con las partituras originales de John Williams. En febrero brindarían la
Pasión según San Mateo que ya anunció el Palau –es encargo de la sala– con solistas de la Filarmónica de Berlín y Simon Halsey dirigiendo al Orfeó y la orquesta. Por último, en abril llegaría La consagración de la primavera de Stravinski y el violinista Midori de origen japonés tocando el Concierto de Brahms, y en mayo el Réquiem de Mozart en la compleción de Salvador Mas.