Los primeros pasos de Nadal en Barcelona
Un chaval de 15 años hizo su aparición en la pista número uno del torneo
Hace 18 años, Rafael Nadal Parera, un chaval de 15 años, hizo su primera aparición en la pista número uno del RCT Barcelona para disputar, por vez primera, el Trofeo Conde de Godó gracias a un wild-card que le fue concedido en la fase previa del 2002. Perdió su primer partido por 6-2 y 7-5 ante el italiano Stefano Galvani. Un día después, Rafa fue una de las promesas invitadas al clinic Nike en la pista junto con Tomeu Salva, Feliciano López y Lleyton Hewitt.
Un año después, El RCT Barcelona le concedió en el 2003 su primera oportunidad para jugar el cuadro principal del torneo y codearse, en su club, ante los grandes. En aquella primavera aún no existía el Vamos Rafa, ni los pantalones pirata, pero la mecha de la Nadalmanía había prendido. Todos querían ver en acción a aquel joven de Manacor. Era tiempo de las primede ras ruedas de prensa en las que Rafa aseguraba cosas como “sería un tonto si no firmara ahora la carrera de Carlos Moyá”, “no sé si ser zurdo es una ventaja”, “si me asusta la presión a los 16, no sé qué me pasará a los 18”, o “juego para aprender”.
Stefano Gavani, Juan Antonio Marín y Àlex Corretja, sus tres primeros rivales en el Trofeo Conde Godó, ya vieron que aquel joven de Manacor era algo fuera de lo habitual y destinado a grandes logros. Todos ellos destacaban la enorme energía y convicción del balear en cada uno de los puntos, incluidos los peloteos.
Con once títulos del Trofeo Conde de Godó en su palmarés, récord inimaginable en el 2002, las ganas y carácter de campeón de Nadal siguen protagonizando detalles impagables. El pasado año, tras ser derrotado por el austriaco Dominic Thiem en semifinales, Rafa marchó camino de los vestuarios. Albert Costa, director del torneo, le siguió en silencio. De repente, Rafa se dirigió a Costa y sentenció: “Ahora sé que voy a ganar Roland Garros”. Semanas después, Rafa levantó por duodécima vez la Copa de los Mosqueteros superando a Thiem en la final de París.
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