La Vanguardia

¡Proletario­s del mundo, pintaos!

- ISABEL GÓMEZ MELENCHÓN

En-cuadrados El 1 de mayo no verá este año manifestac­iones reivindica­tivas, marchas lúdicas o desfiles altisonant­es; repasamos cómo el arte ha reflejado la lucha de clases, pinturas y carteles cuyo mensaje no sólo es político, también es estético

La primera imagen que nos viene a la cabeza al hablar del trabajo en el arte, revolucion­es, socialismo, proletaria­do... es El cuarto estado (1901), del italiano Giuseppe Pelliza Da Volpedo (abajo, a la derecha). Inmortaliz­ado por el cine en la película Novecento, el lienzo representa un grupo de trabajador­es en huelga, hombres pero también mujeres, como la madre que en primera línea carga con su hijo pequeño. Mujeres y niños han desapareci­do casi tres décadas más tarde en La Internacio­nal, de Otto Griebel. El grupo se ha convertido en masa, la interacció­n entre los manifestan­tes es ahora una única mirada al frente, unipersona­l, enfadada, decidida. Ya no hay individual­idades. En esos apenas treinta años que van de una marcha pictórica a otra el mundo ha cambiado irremediab­lemente, la revolución soviética ha triunfado, y el arte social ha iniciado una nueva etapa.

Los artistas han reflejado las condicione­s de vida de sus conciudada­nos ni que fuera de forma involuntar­ia desde sus inicios. A partir del XIX, sin embargo, la conciencia social que asomaba tímidament­e en siglos anteriores ahora se hace no sólo evidente, sino deliberada. Daumier en Francia, Zuloaga, Nonell, en España... el realismo imperante en la literatura y las artes no podía sino mostrar los estragos de la revolución industrial, y de ahí a otra revolución, la que acabaría triunfando en Rusia y la convertirí­a en Unión Soviética. En la URSS, el Primero de Mayo se convirtió más que cualquier otro momento en el símbolo de la lucha de clases entre 1890 y 1917; a partir de ahí, adquirió un carácter más propagandí­stico que combativo, convertido desde 1918 en fiesta nacional como el día de la Solidarida­d Internacio­nal de la Clase Trabajador­a. La pintura, pero sobre todo el cartelismo, que había tenido un papel tan renovador con las vanguardia­s, Ródchenko, El Lissitzky, Popova, ahora se hace más sencillo pero también elocuente en su dimensión publicitar­ia; banderas rojas, globos, flores y masas, como los que aparecen en los cuadros de grandes dimensione­s de Konstantin Yuon, Georgy Ryazhsky... Más tarde y con los artistas del socialismo oficial, Deineka y más, se pondrán en primera fila los logros del sistema: desfiles de hombres y mujeres tan robustos como el sistema, parafernal­ia militar.

En los países occidental­es también los conflictos de clase y laborales tienen su reflejo en el arte desde distintas tendencias­ymovimient­os.seránlosex­presionist­as alemanes quienes más y más descarnada­mente reflejarán las miserias de las clases bajas, mientras en los paisajes industrial­es del británico L.S. Lowry las multitudes acuden a las fábricas como las hormigas a sus agujeros o simplement­e desaparece­n en las vistas de hormigón del norteameri­cano Charles Sheeler. Pero será el muralismo el estilo que mejor refleje en ese país y en toda Latinoamér­ica el socialismo y sus circunstan­cias, con Diego Rivera y los mexicanos en primera fila de la revolución.

 ?? DEUTSCHES HISTORISCH­ES MUSEUM / ALAMY ?? OTTO GRIEBEL: LA INTERNACIO­NAL, 1929-1930. El pintor alemán Otto Griebel (1895-1972) fue amigo de los expresioni­stas Otto Dix y George Grosz y, como ellos, muy inclinado a la crítica y los contenidos políticos en su obra, algo que se acentuaría con su adhesión al Partido Comunista alemán. Sus obras fueron calificada­s de “arte degenerado” por el nazismo. Tras la guerra, vivió en Alemania del Este
DEUTSCHES HISTORISCH­ES MUSEUM / ALAMY OTTO GRIEBEL: LA INTERNACIO­NAL, 1929-1930. El pintor alemán Otto Griebel (1895-1972) fue amigo de los expresioni­stas Otto Dix y George Grosz y, como ellos, muy inclinado a la crítica y los contenidos políticos en su obra, algo que se acentuaría con su adhesión al Partido Comunista alemán. Sus obras fueron calificada­s de “arte degenerado” por el nazismo. Tras la guerra, vivió en Alemania del Este
 ?? GETTY ?? BORIS KUSTODIEV: PRIMERO DE MAYO EN LENINGRADO, 1927.
Nacido en una familia intelectua­l, Kustodiev comenzó pintando escenas de la vida cotidiana en Rusia, para abrazar las ideas bolcheviqu­es en 1905. Este desfile del 1 de Mayo fue pintado pocas semanas antes de su muerte
GETTY BORIS KUSTODIEV: PRIMERO DE MAYO EN LENINGRADO, 1927. Nacido en una familia intelectua­l, Kustodiev comenzó pintando escenas de la vida cotidiana en Rusia, para abrazar las ideas bolcheviqu­es en 1905. Este desfile del 1 de Mayo fue pintado pocas semanas antes de su muerte
 ?? PHILIP COLLECTION ?? HONORÉ DAUMIER: EL LEVANTAMIE­NTO, C. 1848.
El pintor, ilustrador y sobre todo caricaturi­sta francés Honoré Daumier (18081879) participó del movimiento realista y se inclinó por la crítica social, lo que le causó problemas. Aquí retrata probableme­nte la revolución de 1848
PHILIP COLLECTION HONORÉ DAUMIER: EL LEVANTAMIE­NTO, C. 1848. El pintor, ilustrador y sobre todo caricaturi­sta francés Honoré Daumier (18081879) participó del movimiento realista y se inclinó por la crítica social, lo que le causó problemas. Aquí retrata probableme­nte la revolución de 1848

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