La nación navajo se halla entre los más afectados por el coronavirus
El presidente de los navajos lamenta que “no se nos trata como estadounidenses”
Un resumen del coronavirus: “No estamos todos en el mismo bote. Sí estamos en la misma tormenta”. Lo tuiteó esta semana el escritor Damian Barr. Unos se confinan en yates de lujo, otros sólo disponen del remo.
¿Quién sabe esto de primera mano? Los negros, los latinos, los pobres en general y, sin duda, Jonathan Nez. “Somos ciudadanos de Estados Unidos, pero no se nos trata como tales”, declaró a la NPR, la radio pública. “Puedes escuchar la frustración, el tono de mi voz. Una vez más hemos sido olvidados por nuestro gobierno”, añadió en esa entrevista el presidente de la nación navajo.
La lista de contagiados en EE.UU., donde ya se han superado los 52.000 fallecidos, la encabezan Nueva York y Nueva Jersey. Si se exceptúan estos dos estados vecinos, el lugar de este país con la tasa de infección más alta es la nación navajo.
Circunstancias de larga duración han contribuido a la rápida propagación del patógeno en el segundo grupo tribal más grande en Estados Unidos, con 320.000 personas. El paro flota el 50%. Un tercio de sus viviendas carecen de agua corriente, lo que dificulta el lavabo frecuente de las manos, y de servicio eléctrico. Los hospitales son pocos y lejos de una reserva que se extiende por Arizona, Nuevo México y Utah. Sus 70.000 kilómetros cuadrados equivalen al estado de Virginia Occidental.
Entre el problema económico y los desafíos topográficos, la Covid-19 representa un particular riesgo para los navajos y otros colectivos de nativos americanos. Su afectación por cáncer, enfermedades cardiacas, asma, obesidad o diabetes resulta muy superior a la población no nativa, consecuencia en parte a los hábitos de vida y, sobre todo, a la falta de fondos durante décadas destinados a los programas de salud.
A pesar de todas estos carencias, la doctora Deborah Birx, coordinadora científica en la Casa Blanca contra la pandemia, explicó que los navajos utilizan equipos de ataque para abordar el asunto. “Están haciendo un gran trabajo en sus instituciones sanitarias, en sus gobiernos y municipios”, recalcó Birx. “Hacen un seguimiento completo”, insistió.
Ese seguimiento significa que rastrean y tratan de localizar a los posibles infectados por haber estado en contacto con pacientes positivos. En su situación no es tarea fácil, ni cuentan con recursos. Para paliar el déficit crearon un fondo online con el que han recaudado más de un millón de dólares hasta la fecha.
Además, los navajos y otras diez tribus han presentado una demanda contra el ejecutivo federal para reclamar “una parte justa” del paquete de ayuda de más de dos billones que aprobó el Congreso. En esos estímulos se incluyen 8.000 millones destinados a los nativos americanos para combatir el coronavirus. Argumentan que este dinero puede ir en masa a las corporaciones nativas de Alaska, que tienen fines de lucro, y despojarlos a ellos en su desesperación. “Más promesas incumplidas”, lamentó Nez.
Una docena de tribus demandan al Gobierno federal para poder acceder a los fondos de estímulo