La oposición en Francia propone retrasar las vacaciones de verano
Un grupo de 30 diputados de Los Republicanos (LR, derecha) ha propuesto retrasar unas dos semanas las vacaciones escolares de verano en Francia. El objetivo es que la temporada turística se alargue hasta mediados de septiembre y ayude al sector turístico a sobreponerse del duro golpe de la pandemia del Covid-19.
Los parlamentarios de la oposición conservadora consideran que la medida es fácil de tomar, pues sólo requeriría un decreto, y daría “un poco de oxígeno” a bares, hoteles, restaurantes y lugares de ocio, cuya reapertura aún no está clara a pesar del previsto final del confinamiento, el 11 de mayo.
Según Philippe Gosselin, diputado de LR por el departamento de La Mancha, en Normandía, Francia dejará de recibir este año 70 millones de turistas, por lo que se debe promover al máximo el turismo interior de los propios ciudadanos franceses. Prolongar el periodo vacacional de los niños hasta mediados de septiembre puede ser una ayuda que agradezcan los lugares turísticos de playa y de montaña.
Organizar las vacaciones no es nada fácil este año. Persisten muchas incógnitas sobre las condiciones del desconfinamiento, por ejemplo el uso de las playas y de las piscinas. El Gobierno ha desaconsejado hacer reservas en destinos alejados de Francia, por las muchas incertidumbres y riesgos, además del cierre de fronteras. A Francia llegaron los ecos de la animosidad, incluso por parte de alcaldes, contra los franceses que se desplazaron a sus segundas residencias en la Costa Brava.
Para los franceses –y los inmigrantes– de menos recursos y más impactados por la crisis, las vacaciones son una preocupación muy secundaria. En el departamento de Sena-saint Denis, en la periferia norte de París, con 1,6 millones de habitantes, se teme que las graves condicionessocialespuedandegenerar en disturbios más graves que los habidos los últimos días. La revista satírica Le Canard Enchaîné desveló la existencia de un correo electrónico del prefecto del citado departamento, George-françois Leclerc, en el que alertaba de peligro de “disturbios del hambre” si las cosas siguen empeorando.
Sena-saint Denis es el departamento más pobre de la Francia metropolitana y uno de los más afectados por la pandemia. En él vive una población numerosa de inmigrantes irregulares que trabajan en negro o se dedican a la pequeña delincuencia. Están hacinados en pisos o pernoctan en precarios campamentos. Estos colectivos son muy vulnerables en este periodo de confinamiento.