Torra apura las opciones para que la Moncloa le traspase competencias
El president pide levantar o cambiar el estado de alarma para gestionar la crisis
El domingo pasado, Quim Torra salió relativamente optimista de la reunión de los presidentes de la comunidades autónomas con Pedro Sánchez. El jefe del Ejecutivo catalán manifestó que encontró a un presidente del Gobierno más abierto al diálogo y receptivo, ya que incluso habló de coordinar territorialmente el desconfinamiento. La Generalitat vio un rayo de luz y apretó el acelerador con el fin de tener terminado antes del encuentro telemático de hoy, nuevamente con todos los presidente autonómicos y Sánchez, su plan de desconfinamiento para Catalunya. Ya lo tiene y Torra se presentará a la reunión con una estrategia detallada de 50 páginas y con aquella tan repetida petición: que la Moncloa le traspase las competencias para poder aplicarla.
Con todo, el Govern no confía en que le otorguen las competencias. Cuando Sánchez anunció públicamente anoche parte del contenido de la reunión y que “será el Gobierno de España el que pilotará este proceso”, Torra reaccionó con un tuit: “Te escuchan, pero ya lo han decidido todo; te coordinan, pero todo lo dicta el “Mando Único”. Debe ser la manera de entender el “diálogo””.
El Plan de Transición del Confinamiento, Desconfinamiento Gradual y Nueva Normalidad, como ha sido bautizado por los expertos internos de los departamentos de Salut e Interior y especialistas externos capitaneados por Oriol Mitjà, fue aprobado ayer en un Consell Executiu extraordinario. Se basa y complementa lo que el epidemiólogo entregó al Govern a principios de semana.
Prevé tres fases –final del confinamiento, desconfinamiento gradual y nueva normalidad– y cinco pasos que se desarrollan en función del perfil de la gente y de las áreas de trabajo. Y se aparca por ahora el controvertido pasaporte de inmunología, porque el Govern quiere ver cómo se actúa en este sentido en otros países del entorno para acabar de decidir.
Los criterios para aplicar cada una de las tres fases se basan en la seguridad, la trazabilidad y la integridad en la concepción del plan de desconfinamiento. Torra cree que todavía está en fase de confinamiento y, por lo tanto, sólo los servicios esenciales estarían autorizados para trabajar.
En una segunda fase, de desconfinamiento gradual, el sistema de vigilancia será primordial para el control del contagio. “Es la fase de rescate y de reparación”, dijo Torra. Y en la última etapa, la de la nueva normalidad “tendremos que vivir con nuevos hábitos sociales, con conceptos de reinvención” hasta que se encuentren medicamentos efectivos o se desarrollen vacunas.
Sea como sea, el plan no se podrá aplicar si el Gobierno no lo autoriza. Torra acude a la cita plural de hoy con tres propuestas para que a la Generalitat se le traspasen estas funciones: que se levante el estado de alarma; que se mantenga sólo en algunos territorios según la voluntad de cada uno de ellos o en aquellos donde no se tengan competencias de seguridad o salud; o bien modificar el artículo 4 del decreto para que la autoridad competente en Catalunya sea la Generalitat.
“No se puede gestionar el desconfinamiento a 600 kilómetros de distancia”, dijo Torra en rueda de prensa. La centralización de competencias no ha funcionado, según el presidente y espera encontrar el apoyo de toda la oposición parlamentaria en su afán por gestionar la desescalada.
ESTRATEGIA DE LA GENERALITAT El plan tiene tres fases: fin del confinamiento, desescalada gradual y nueva normalidad
MENSAJE “No se puede gestionar el desconfinamiento a 600 kilómetros de distancia”