La imposibilidad de volver a la hora punta
La necesidad de guardar unas distancias mínimas entre los pasajeros enfrenta al transporte público a un escenario para el que no está pensado. La hora punta, tal y como se conoce hasta ahora, no puede volver a existir a corto plazo. Lo hace imposible la recomendación sanitaria de limitar la capacidad de trenes y autobuses a un máximo del 33% de su capacidad. La regla de un tercio impera desde el decreto del estado de alarma y el Gobierno trabaja con la idea de mantenerla durante los primeros compases del desconfinamiento.
Con ese condicionante, miles de personas en Barcelona, Madrid y el resto de grandes ciudades deberán buscarse medios alternativos. El coche se presenta como la opción más individual y aislada pero aboca a un colapso viario. “No hay espacio suficiente en las ciudades para que el vehículo privado se haga cargo de todos los desplazamientos que se hacían en transporte público”, advierte el presidente de la asociación de promoción del transporte público (PTP), Ricard Riol. La bicicleta y el patinete se antojan como una solución para los trayectos de menos de 10 kilómetros y se están dando los primeros pasos para potenciar su uso.
Una de las soluciones para que el transporte público pueda aumentar su capacidad permitida –y de paso recuperar la confianza de los usuarios– pasa por la obligación de llevar mascarillas y la recomendación de usar guantes. “Esta obligatoriedad tendría que ir acompañada de un acceso a las mascarillas de forma fácil, barata o con tutoriales para hacerlas en casa”, apunta el presidente de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), Ricard Font. Ciudades como Viena así lo han hecho.
A la espera de cómo se actuará en España, los operadores buscan la fórmula de recuperar la confianza perdida de los viajeros después de semanas en las que se ha visto el transporte público como un lugar a evitar. También preparan planes de contingencia económicos ya que la caída de más del 90% de las validaciones provoca problemas de liquidez y hará necesaria una mayor aportación pública para garantizar la viabilidad del sistema de transporte. /