El sponsor local se retira, el global prefiere grandes figuras
En el deporte femenino conviven las grandes empresas con el pequeño comercio que ayuda al club de su ciudad a subsistir. El principal patrocinador global en disciplinas y clubs femeninos es la compañía energética Iberdrola, que este mes, en plena crisis de la pandemia, renovaba el patrocinio del programa Universo Mujer II, creado por el Consejo Superior de Deportes (CSD) para impulsar a la mujer en el deporte. Iberdrola, principal mecenas del programa estatal desde el 2016, aporta unos 5 millones de euros anuales (aunque la empresa no facilita datos) para apoyar a 16 federaciones y beneficiar a 316.500 mujeres deportistas, de disciplinas como el fútbol, la gimnasia, el triatlón, el rugby, el piragüismo, el bádminton, el balonmano, el voleibol, el hockey, el tenis de mesa, el atletismo, el kárate, el boxeo, el surf, los deportes de hielo y la esgrima. No es la única gran empresa española que sustenta al deporte femenino. Endesa, Santander, Caixabank, BBVA, Inditex, Telefónica… Hasta una cuarta parte de las empresas del Ibex 35 se han mojado de alguna manera en el patrocinio del deporte femenino, ya sea mediante ayudas directas a deportistas individuales como Mireia Belmonte (Santander) o Carolina Marín (Santander, Movistar, Iberdrola, Melià), a equipos, a selecciones o a competiciones. En este último capítulo, Iberdrola capitaliza la nominalización de los torneos, ya que da nombre a 22 ligas femeninas de la máxima categoría y a 35 competiciones. Aunque Endesa, su rival energética, le ha birlado la Liga femenina de baloncesto, en la que perviven algunas firmas históricas del patrocinio vinculadas a ciudades y clubs, que se circunscriben a un ámbito más local, y por lo tanto, son más susceptibles a los vaivenes económicos como el actual.
Tal es el caso del Uni Girona, actual campeón de la liga femenina de baloncesto. Sus dos patrocinadores actuales, Spar y Citylift, son de proximidad. Y seguramente perderán el segundo. El compromiso de la familia Vidal, propietaria de los supermercados, con el club es estable. “Siempre están muy implicados”, indican. Por esa razón, el pacto por la renovación está en buena línea. En cambio, la coyuntura hace que Citylift, ligados a los ascensores y a la construcción, tenga muy difícil continuar.
El caso contrario es el del Barça de fútbol, sección totalmente profesional y rentable. El club firmó con tres temporadas con Stanley para publicitarse exclusivamente en la camiseta del equipo femenino, a razón de 3,5 millones, y la empresa piensa cumplir con el acuerdo tal y como estaba pactado. Hasta junio del 2021. Una poderosa excepción.