Torra ve “imprudencia” en la propuesta de Sánchez
Mitjà rebaja el reproche y cree correcta la estrategia
El Govern de Quim Torra desconfía de Pedro Sánchez. Desde el principio de la gestión de la pandemia. No se ha mostrado esperanzando en ninguna ocasión. Casi todas las peticiones que ha hecho han sido o ignoradas o rechazadas. Valgan como ejemplos las solicitudes de confinamiento total de Catalunya, que acudan médicos cubanos y chinos o gestionar su propio desconfinamiento. Ahora, sin embargo, alberga un mínimo optimismo para que cambien las tornas en cuanto a la designación de las provincias como unidades para la desescalada. Varias autonomías han alzado la voz y, en un intento de reforzar la presión para que Pedro Sánchez se avenga a dejar que Catalunya defina su territorio en regiones sanitarias en lugar de provincias, la Generalitat tachó ayer de “imprudente” el plan de desescalada del Gobierno.
Para el Govern, no es comprensible que desde la Moncloa se diga que las decisiones se tomarán en función de criterios sanitarios y epidemiológicos y al mismo tiempo se fije un calendario de fechas para las cuatro fases de desescalada. “Es una imprudencia afirmar que en julio entraremos en una nueva normalidad, justo cuando una parte importante de la ciudadanía podría empezar las vacaciones” y eso produciría, según dijo la consellera de Presidència, Meritxell Budó, concentraciones muy elevadas en zonas turísticas y de veraneo.
Paradójicamente, la opinión del Govern no coincide con la de su principal asesor médico externo. El epidemiólogo Oriol Mitjà, que colaboró en la redacción del plan propio de la Generalitat de desconfinamiento, aseguró ayer que la estrategia del Gobierno de Sánchez es “prudente y tiene buena base científica”. “La recuperación de actividad económica por sectores es muy acertada y, con el compromiso ya demostrado por la ciudadanía, puede tener éxito. Pero faltan medidas concretas de control y seguimiento”. añadió.
El Govern coincide con Mitjà, eso sí, en considerar que todavía son necesarias medidas de control. En opinión de Budó, la Moncloa no ofrece suficiente información en este aspecto y cree que hacen falta recursos humanos y tecnológicos para hacer un seguimiento efectivo de la Covid-19 “que no aparecen en el plan [del Gobierno]”. “En un calendario tan corto de ocho semanas, esta carencia es una imprudencia”, remachó.
La Generalitat seguirá batallando para que las decisiones que se tomen sean en función de cada territorio y de acuerdo con los territorios.
Sánchez anunció que la unidad serían las provincias, aunque también se mostró dispuesto a estudiar cada caso. El Govern la rechaza totalmente y sugiere que se apliquen criterios según regiones sanitarias –Alt Pirineu i Aran, Lleida, Camp de Tarragona, Terres de l’ebre, Catalunya Central, Girona y Barcelona– y áreas básicas de salud. Para Budó, el Gobierno vuelve a equivocarse al fijar las provincias para el desconfinamiento, pues no responden a criterios sanitarios ni funcionales: “¿Qué tiene que ver la situación epidémica de Igualada con la de Berga o Barcelona ciudad?”.
Sea como fuere, bajo la tutela del Gobierno o no, ayer la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, las diputaciones y las entidades municipalistas acordaron crear un “grupo de trabajo” para coordinarse en el desconfinamiento.
Tal y como avanzó La Vanguardia, el Govern no asistirá hoy al debate autonómico del coronavirus en el Senado. La consellera juzgó que la Cámara Alta no es el espacio adecuado para debatir sobre si la desescalada debe hacerse por provincias.