Holanda renuncia a la Vuelta
La ronda española aparca hasta el 2022 la programada salida desde Utrecht
Tenía que ser la cuarta salida desde el extranjero de la Vuelta a España. Utrecht era la protagonista elegida para lanzar la Vuelta 2020 en un calendario que fijaba el arranque de la carrera para el 14 de agosto y que hace ya días que saltó por los aires, como todo el programa deportivo mundial. La Vuelta a España, sin nuevas fechas todavía y pendiente del encaje del Tour y del Giro entre otros muchos escollos, anunció ayer que la salida desde Holanda será otro día. Por el momento queda aparcada hasta 2022, ya que para el año próximo los contratos están firmados con Burgos.
La ronda española cumplía ayer 85 años de edad. Nació en Madrid el 29 de abril de 1935 con una etapa de 191 kilómetros hasta Valladolid, en la que se impuso el belga Antoine Digneef al esprint por delante del favorito, Mariano Cañardo. La Vuelta no plantó su campamento inicial fuera de España hasta 1997 (Lisboa) y luego vinieron las salidas de Assen (2009) y Nimes (2017). Utrecht y la región de Brabante contrataron la carrera para este año, pero la dura realidad del coronavirus ha trastocado, también en este caso, todos los planes.
“Es una gran decepción, pero la salud es lo primero. Nuestra intención era celebrar una gran fiesta española, haciendo partícipes a todos los municipios, pero nos resulta técnicamente imposible llevarla a cabo”, ha lamentado Jan van Zanen, el alcalde de Utrecht.
Ayer se anunció también que el inicio de la Vuelta, si finalmente se lleva a cabo la carrera, se situará en Irun, que es de donde debía partir la cuarta etapa, la primera en suelo español. Los organizadores de la carrera han confirmado que reducen los días de competición: no se sustituirán los tres días de carrera que estaban previstos en los Países Bajos. La Vuelta 2020 será así la primera con menos de 21 etapas desde 1985 y la primera también que arranca del País Vasco desde 1961, cuando lo hizo en San Sebastián. La Vuelta no ha comunicado ninguna variación sobre los otros dos finales de etapa fijados en el extranjero: en el alto del Tourmalet (9.ª en el recuento original) y en Oporto (18.ª). Y queda pendiente la cuestión fundamental, las nuevas fechas.
Precisamente ayer había anunciado la Unión Ciclista Internacional (UCI) una reunión para diseñar y exponer el nuevo calendario. Pero la situación sigue siendo extremadamente compleja y la decisión se ha aplazado, por el momento, hasta el 5 de mayo.
En un comunicado, la UCI reconoce que el contexto sanitario mundial no permite establecer una hoja de ruta concreta y que las recientes medidas tomadas por gobiernos europeos deben ser tenidas en cuenta. La UCI sólo ha fijado dos competiciones: el Tour de Francia (29 de agosto al 20 de septiembre) y el Mundial de carretera, la competición que ella misma organiza (del 20 al 27 de septiembre). Según las especulaciones sin confirmar, el Giro podría resituarse del 3 al 25 de octubre y para la Vuelta quedarían disponibles fechas de finales de octubre (solapándose con el Giro) y principios de noviembre.
En cambio, otras organizaciones han preferido olvidarse del nefasto 2020 y abandonar toda idea de competición en fechas insólitas. Lo anunció la Volta a Catalunya y se han añadido la Vuelta al País Vasco, la Clásica de San Sebastián y la Vuelta a Alemania.
Javier Guillén, director de la Vuelta a España, destacaba ayer “el altísimo grado de implicación” de los Países Bajos en la aventura que ahora queda en suspenso y prometía “explorar la posibilidad” de un futuro compromiso. Por el momento, los políticos neerlandeses se han rendido. Como en Breda, en su lucha por independizarse de España. Pero tampoco entonces habían dicho su última palabra.
APLAZADO AL 5 DE MAYO
La UCI debía anunciar hoy el nuevo calendario, pero las circunstancias aún no lo permiten