El virus marca un abrupto final a una década de crecimiento en EE.UU.
El PIB se contrajo un 4,8% en el primer trimestre, el mayor declive desde el 2008
De un boom económico sin precedentes al abismo de una recesión histórica. Los datos preliminares del primer trimestre del año publicados ayer confirmaron el radical cambio de escenario al que se enfrenta Estados Unidos como consecuencia de las medidas adoptadas para ralentizar la propagación del coronavirus.
Tras crecer una media del 2% durante los últimos trimestres, entre enero y marzo el producto interior bruto (PIB) se contrajo un 4,8%, según la estimación inicial del Departamento de Comercio. El dato, el primer retroceso desde el 2014 y la mayor contracción desde la Gran Recesión del 2008, es un abrupto punto y final a un inédito decenio de crecimiento económico en el país. Las dos semanas y media de marzo de confinamiento de la población y el cierre parcial de la actividad económica bastaron para neutralizar y barrer las ganancias acumuladas el resto del trimestre.
Pero el pleno impacto de las órdenes de reclusión y los rápidos cambios en las conductas de los consumidores estadounidenses no se verán de lleno hasta el final del segundo trimestre del año, cuando los economistas vaticinan caídas superiores al 30% del PIB. Lo peor, confirmó ayer la Reserva Federal, está por llegar: “La economía va a caer hasta un nivel sin precedentes en el segundo trimestre”, admitió su presidente, Jerome Powell, en rueda de prensa.
El emisor central de EE.UU. está comprometido a mantener los tipos de interés entre el 0,25% y el 0% el tiempo que sea necesario, “hasta que se vea que la economía ha capeado los recientes eventos y vamos camino de alcanzar los objetivos de máximo empleo y estabilidad de precios”, precisó Powell, que aseguró que utilizará “de forma agresiva (...) todos los instrumentos a su disposición. Las compras de bonos van a continuar pero “no hay duda de que la economía va a necesitar más apoyos”.
Aunque una veintena de estados ha comenzado a reabrir gradualmente su economía, los principales núcleos productivos del país estarán semiparalizados hasta mediados de mayo como mínimo.nunca el panorama había sido tan incierto, reconoció el responsable de la Reserva Federal.
Lo que ocurra en los próximos meses dependerá “del rumbo del virus, el éxito de las medidas para controlarlo y en reabrir la economía, y el desarrollo de nuevos fármacos. Nada de lo que nosotros hacemos afecta a esas cosas”.
Con 26 millones de nuevos parados en sólo cuatro semanas, ha quedado claro que la carga de esta crisis, reconoció Powell, “está recayendo sobre todo en las personas que menos medios tienen para soportarla”, en especial las minorías raciales y étnicas y los trabajadores con ingresos más bajos. El apoyo del Congreso, que ha empezado a negociar un nuevo plan de medidas de estímulo, debería centrarse en impedir “quiebras evitables” en las familias y pymes, dijo. “Tardaremos mucho en volver a nada parecido al pleno empleo [en febrero, la tasa de paro era del 3,6%]” pero lo primordial es “que la gente vuelva a trabajar lo antes posible”. Cuanto antes, pero “no demasiado rápido”, de forma segura, matizó.
Los primeros datos del primer trimestre del año indican que el consumo, responsable del 70% del
La Reserva Federal anuncia más estímulos y aconseja centrar las ayudas en apoyar a familias y pymes
PIB estadounidense, cayó un 7,6%, mientras las inversiones se redujeron en un 8,6%, aunque este capítulo llevaba varios ejercicios en contracción como consecuencia de la guerra comercial con China. El Departamento de Comercio revisará la cifra cuando tenga más información. Goldman Sachs calcula que la caída de la actividad fue en realidad del 8%, mientras Jpmorgan Chase apunta incluso a un 11%.
La Casa Blanca trabaja sobre el escenario de una recuperación rápida desde este verano, cuando se espera que los estados hayan levantado las medidas más drásticas para ralentizar la propagación del virus aunque otros organismos son menos optimistas y descartan esa ansiada recuperación en forma de uve. La depresión de la actividad puede prolongarse durante un periodo más largo y la recuperación, ser más mitigada, advierten.
“No esperamos que el repunte de la actividad sea como simplemente volver a encender la luz”, más bien será algo gradual. “Esperamos el repunte de la actividad más hacia el otoño o el invierno que en el verano”, dijo Gregory Daco, economista jefe de Oxford Economics, en la radio pública NPR. Con todo, los prometedores resultados del fármaco Remdesivir, un antiviral fabricado por los laboratorios Gilead Sciences para tratar la Covid-19, animaron a las bolsas en la recta final de la jornada.