La Vanguardia

El cine y el virus: adiós a los besos de película

El cine encara la vuelta a los rodajes con alivio, pero también con inquietud por los riesgos de salud y dinero que comporta

- FERNANDO GARCÍA Madrid Películas sólo con vacuna

Es probable que ni siquiera Kate Winslet y Leonardo Dicaprio, con todo lo amigos que son, estuvieran dispuestos hoy o mañana a besarse como lo hicieron hace 24 años en el rodaje de Titanic. Como tampoco lo harían Maisie Williams y Joe Dempsie del modo en que lo hicieron en la última temporada de Juego de

tronos. Salvo en el caso de actores que sean pareja en la vida real, los besos de película tendrán que esperar un tiempo. Y durante un periodo más largo estarán supeditado­s a rigurosos tests y verificaci­ones de negativo en coronaviru­s. Por eso los artistas, directores y más que nadie los productore­s y financiero­s del cine español se debaten estos días entre la satisfacci­ón por tener ya vía libre para volver al tajo, desde la temprana y hasta temeraria fecha del 11 de mayo, y la preocupaci­ón ante la montaña de dificultad­es y sobrecoste­s que habrán de sortear para hacer viable un proyecto cinematogr­áfico sin poner en riesgo la seguridad sanitaria de los equipos.

Dobles para escenas calientes

¿Habrá estrellas que exijan un doble en las escenas eróticas o con beso por temor al contagio? “Seguro”, responden los productore­s Pilar Benito, presidenta de la Asociación Estatal de Cine, y Enrique López Lavigne, de Apache Films. Ambos recuerdan lo que, salvando las distancias, ocurrió con el sida en la industria del cine porno a partir de su irrupción en los 80. “Algunas estrellas pedían ser dobladas en ciertas escenas. Y enseguida se impusieron los certificad­os de negativo obligatori­os. Aunque se trate de enfermedad­es tan distintas, con este virus ocurrirá parecido”, comentan.

Pánico al ¡Corten! por contagio

Pese al cierre de las salas de cine y la paralizaci­ón de los rodajes –300 en total, 32 de ellos de largometra­jes–, la industria española del cine no ha estado precisamen­te parada durante este tiempo. Mientras los directores aprovechab­an para montar películas ya hechas o, junto con los guionistas, idear nuevos proyectos, los productore­s han celebrado incontable­s reuniones virtuales a fin de preparar el retorno, que en principio no veían factible –y en general siguen sin ver claro– hasta el verano “como pronto”. En espera de la luz verde, su prioridad ha sido la elaboració­n de protocolos de seguridad sanitaria para rodar tranquilos: tests de anticuerpo­s y de contagio (PCR), tomas de temperatur­a, dismontiel, tancias, mascarilla­s, higiene... Academia del Cine, Fundación Secuoya, Spain Film Comission y Asociación de Directores de Producción han elaborado diferentes protocolos que ahora hay que aunar y pasar por el Ministerio de Sanidad. También habrá que disponer del material necesario para aplicarlos, lo que aún no es tan fácil y evidente. Toda precaución es poca antes de retornar al plató o set de filmación: por la salud de todos y también por el pánico a las consecuenc­ias de nuevos parones. “Si por ejemplo un técnico da positivo, imaginad el drama de tener que parar otras dos o tres semanas”, dijo el director general de Telecinco Cinema, Álvaro Agustín,

en reunión telemática con otros operadores el 24 de abril.

La seguridad hace el cine más caro

Tanto en ese encuentro como en todos las demás de los que hemos tenido noticia, los gestores y productore­s de filmes y series se mostraron casi obsesionad­os con la dificultad de encontrar “seguros o reaseguros que cubran los nuevos riesgos de los rodajes”, según lo expresa el presidente del Club de Productore­s Europeos, Álvaro Longoria. En todo caso, la pandemia “encarecerá el cine”, subrayan Lavigne y Benito al igual que en la reunión citada lo hicieron el jefe de la división de cine de The Mediapro Studio, Carles o la directora general de Bowfinge, Luisa Gutiérrez. Y los sobrecoste­s hay que presupuest­arlos, añade el primero.

La incidencia de la pandemia en los rodajes será con todo muy variable. El productor de Apache está deseando reanudar la realizació­n de

La abuela, de Paco Plaza. “Nos quedan sólo dos semanas. Tenemos dos protagonis­tas destacadas y poco elenco. Y es una película de terror, lo que facilita los trucajes”, señala. Pero añade que su anterior gran película, Adiós, de Paco Cabezas, “no habría podido reanudarse de haberse interrumpi­do a mitad de rodaje, con tal cantidad de figurantes, el lío de los permisos para los exteriores o el posible miedo de los actores a las escenas de contacto”. De igual forma, a partir de ahora también será más difícil rodar con personas mayores y con niños que tienen que ser autorizado­s por sus padres. Y las películas que requieran artistas o técnicos de otros países, tendrán que aguardar una reapertura de fronteras que puede tardar largos meses. En suma, “habrá películas que no podrán hacerse hasta que haya vacuna”, señala Lavigne.

Cuellos de botella

Otra inquietud del sector está en los atascos que la coincidenc­ia de rodajes reiniciado­s provocará, sobre todo en cuanto a disponibil­idad de recursos materiales y humanos. “Si ya antes de la crisis había que pedir turno para algunos actores y técnicos”, decía el jefe de Telecinco Cinema a sus colegas. Todos ellos hacen votos por organizars­e sin pisarse la manguera. Y confían en las posibilida­des que la reordenaci­ón de los planes de rodaje, los retoques de guión o los trucos en postproduc­ción pueden ofrecer para contrarres­tar en parte los problemas. Pero no se engañan. Hacer cine como antes va a costar mucho tiempo y dinero. Millones y años, asumen.

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 ?? HBO ?? El beso entre Maisie Williams, en el papel de Arya Stark, y Joe Dempsie (Gendry) en Juego de tronoshbo
HBO El beso entre Maisie Williams, en el papel de Arya Stark, y Joe Dempsie (Gendry) en Juego de tronoshbo

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