Guantes usados en el suelo, el nuevo incivismo
El abandono masivo de estos residuos nace del incivismo y la falta de políticas de prevención
Veremos guantes de plástico pronto en el mar? Su abandono masivo marca ese camino. La imagen de los guantes abandonados adueñándose de aceras, parques o parterres ha empezado a aflorar… y a proliferar en las ciudades. Un uso generalizado, un miedo atávico que ha acelerado su condición de elemento desechable y la falta de liderazgo y pedagogía ambiental de las autoridades han conducido a que los guantes se hayan convertido en el nuevo símbolo del insostenible usar y tirar. El resultado es que ha aparecido un residuo que se escapa de control. El abandono de los guantes (y en menor medida, de las mascarillas) define estos primeros días de desconfinamiento interruptus. “Los guantes deben ir al contenedor gris por seguridad e higiene, y porque es el único contenedor posible, pues ni son envases, ni vidrio ni cartón, ni es un material compostable” (que va a la fracción orgánica), dice Josep Maria Tost, director de la Agència de Residus.
Además, en las casas donde haya personas enfermas de Covid19, todos los desechos que salgan de la habitación de la persona infectada tienen que ir al cubo de basura general (contenedor gris). Los demás ocupantes de la vivienda tienen que seguir haciendo la recogida separada por materiales, señala Víctor Mitjans, jefe del Servei de Programas i Estudis de l’àrea Metropolitana de Barcelona.
La reacción primaria ante lo desconocido y el miedo al contagio han conducido a que muchos ciudadanos hayan optado por desprenderse de ellos de manera tan expeditiva como incívica, sopesando en la balanza más un criterio de salud antes de evaluar el impacto ambiental de sus actos.
Ante tantas informaciones contradictorias (amplificadas por la multiplicación de canales) sobre la conveniencia de usarlos o no, el mensaje del Ministerio de Sanidad se ha oído menos.
Sanidad dice que no es necesario utilizar guantes cuando se sale a la calle para protegerse frente al coronavirus; que es preferible no emplearlos. (Si se usan mucho tiempo pueden contaminarse; quien los lleva puede infectarse si se toca la cara; y, además, sacarlos sin contaminarse las manos “no es sencillo, requiere de una técnica específica”).
Josep Maria Tost apela al civismo ciudadano para insistir en que los guantes se depositen en la papelera, en el contenedor gris o en el cubo de basura de casa, ¡pero nunca se tiren al suelo!”, recalca. Tost no ve opción a que mascarillas y guantes de un solo uso sean reutilizables, por razones de higiene y de seguridad; y porque, además, serían más caros y requerirían otros espesores y materiales. No obstante, no descarta que emerjan las alternativas de reutilización, si cumplen los requisitos de protección que marque Salut y si la Covid-19 se alarga en el tiempo.
“La pandemia ha evidenciado las deficiencias de gestión de residuos, que no priorizan la prevención, dificultan la reutilización y mezclan materiales cuya separación en instalaciones de tratamiento es difícil y costosa”, señala Alberto Vizcaíno, autor del libro Contenedor Amarillo ,de próxima aparición. Este experto critica que no haya incentivos ni infraestructuras para recuperar estos materiales y convertirlos en nueva materia prima. Apunta que guantes y las mascarillas podrían ser recuperados si se recogiesen de forma separada en los lugares donde se ponen a la venta
Es toda una paradoja que “después de haber tomado conciencia sobre el infarto por plásticos que vive nuestro planeta, ahora nos lancemos al consumo masivo de otro producto plástico de un solo uso: los guantes”, dice Rosa García, directora de Rezero-fundación para la Prevención de Residuos. El proyecto Libera (SEO/ Birdlife en alianza con Ecoembes, gestor de envases) recuerda que guantes y mascarillas deberán ir al contenedor gris (resto).
Los protectores deben ir al contenedor gris y no al amarillo, repiten las administraciones y los gestores