Los talleres, listos para un regreso sobre cuatro ruedas
Averías por el parón centran las reparaciones en un momento en el que la demanda sigue baja, aunque se espera una punta para junio
En la mayoría de los talleres mecánicos no hay largas colas de espera como pasa con algunas peluquerías y, en la ciudad de Barcelona, alrededor de la mitad todavía siguen cerrados a pesar de que son uno de los negocios que pueden subir la persiana desde el lunes si sus locales no suman más de 400 metros cuadrados. Pero todavía es pronto, esperan arrancar del todo cuando lo haga también la movilidad. Para ello se preparan, si bien los cambios de batería, por ejemplo, comienzan a estar a la orden del día. Son las primeras consecuencias de un largo parón que comienza a acabar.
“Sobre todo se ha empezado a hacer atenciones por averías eléctricas, frenos enganchados..., problemas que se deben al periodo prolongado del parón más que a la propia circulación”, explica Ramon Casas, secretario general del Gremio de Talleres de Barcelona y de la federación catalana. Algo se mueve... aunque todavía sea poco.
“El feedback que nos llega de los talleres que han comenzado a abrir es que hay muy poco trabajo, pero estamos preparados para cuando se regrese a la normalidad”, continúa este representante de los mecánicos barceloneses, que hace referencia a una normalidad que espera que llegue con la fase 3 –¿quizás en junio?–, la que flexibilizará más la movilidad. “Esperamos que pueda haber un repunte, porque lo haga la propia actividad y también por el periodo vacacional”, explica con cautela. “Pero los talleres hemos estado durante el estado de alarma, seguimos estando y estaremos”, sentencia.
Durante las semanas más duras del confinamiento, algunos negocios siguieron abiertos para atender a urgencias de los servicios esenciales. “Los de vehículos industriales han mantenido cierta actividad”, apunta Casas. Desde el lunes ya pueden abrir casi todos la persiana. Funcionan con cita previa, como pasa con otros comercios, aunque en un inicio en su caso planeó cierta incertidumbre al respecto ya que las administraciones no hicieron una referencia directa a este tipo de negocio. “Sí que reclamamos más claridad tanto al Gobierno estatal como al catalán, suficientes problemas tenemos ya”, explica este representante de los talleres catalanes y de los de la provincia de Barcelona, en donde se cuentan unos 4.800 talleres, en su mayoría de pymes y microempresas de 2,8 trabajadores de media, muchas de los cuáles han presentado ERTE.
Quienes también están preparadas son las empresas de asistencia. “No hemos dejado de prestar servicio”, explica el director de desarrollo de negocio del RACC, Daniel Cornudella, La clave ya son y serán las baterías. “Disponemos de un servicio a domicilio”, recuerda Cornudella, que explica que cuentan con más de una veintena de baterías distintas a disposición del asociado.
“En nuestro caso ya es la asistencia principal y la que más ha crecido. Tenemos proveedores que tan sólo se van a dedicar a cambiar baterías”, explica Francisco Javier Cobos, director de prestaciones y proveedores de automóviles y patrimoniales de Mapfre. “Tendremos una punta y luego poco a poco volveremos a la normalidad”, añade Cobos, que aconseja, para evitar sorpresas, siempre que se pueda arrancar una vez a la semana el coche. También lo recomienda Daniel Cornudella desde el RACC: “Es bueno arrancarlo para evitar que se descarguen. Y un movimiento mínimo de unos veinte o treinta centímetros para atrás y adelante también nos va permitir evitar que se deformen los neumáticos. Y nunca está de más mirar también debajo del coche y comprobar que no haya pérdida de líquidos, o ver que todas las lámparas funcionen”.
RACC o Mapfre refuerzan determinadas asistencias, sobre todo los cambios de batería