El PNV arranca la “cogestión” autonómica y blinda sus elecciones
El PNV dio ayer un sí a la prórroga del estado de alarma cocinado en tres frentes. El principal sació su reclamación persistente de “cogestión” y “codecisión” de las comunidades con el Estado a la hora de ejecutar la desescalada, un camino “de la mano” con el Gobierno central pero en el que, insistió el partido vasco, debe dejarse a un lado la “rigidez” actual para que sean las autonomías las que adapten las medidas a su “realidad”. La fórmula, basada en el pacto entre instituciones, queda abierta con el logro jeltzale.
La propuesta vasca, vía enmienda, rebaja la centralización en el manejo de la crisis, autorizando la “cogobernanza”. “El Gobierno –reza el texto aceptado por el Ejecutivo de Sánchez– podrá acordar con cada comunidad la modificación, ampliación o restricción de las unidades de actuación y las limitaciones respecto a la movilidad de personas”. En esa línea, y “en caso de acuerdo”, las medidas “serán aplicadas” por quien “ostente la presidencia” del territorio.
No todas las fases necesitan del estado de alarma; la excepcionalidad no puede ser permanente”
Hay que dejar de lado la rigidez inicial y que las autonomías adapten las medidas a su realidad”
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, celebró el paso y recordó a Sánchez que no ha sido “ni justo ni correcto” al insistir en un mando único que, creen en Sabin Etxea, ha destilado condescendencia sobre las comunidades y ha sembrado dudas en torno a su capacidad. “Frente a la responsabilidad del Gobierno, el resto de instituciones parecían txoriburus –descerebrados-”, afeó. Asimismo, Esteban reclamó que la progresiva “vuelta a la normalidad” alcance también el plano legal. El partido vasco, así, no apoyará más prórrogas. “No todas las fases de la desescalada necesitan del estado de alarma”, indicó, a la vez que subrayó que “una situación de excepcionalidad no se puede convertir en algo permanente”.
Por otro lado, el pacto para el apoyo de ayer del PNV da vía libre a otro de los objetivos jeltzales :la celebración de elecciones autonómicas en julio, todavía sin concretar debido al recelo de la oposición. El acuerdo alcanzado garantiza que “la vigencia del estado de alarma no supondrá obstáculo alguno al desenvolvimiento y realización de las actuaciones electorales precisas”. El pacto no es un permiso, ya que éste no es necesario porque la convocatoria en Euskadi depende sólo de que se levante la declaración de emergencia sanitaria, sino que asegura el correcto funcionamiento de servicios como el INE o Correos de cara a los comicios.
“Si en la fase 2 se permite la reunión de personas, cómo no vamos a dejar que se ejerza un derecho básico como es votar”, resaltó Esteban. La lucha electoral vasca tuvo ayer un envite en el Congreso y EH Bildu, que se abstuvo en la prórroga por “responsabilidad”, acusó al PNV de pactar con Sánchez “en función de sus intereses partidistas y electorales” y censuró el “mercadeo”. Lo que está sobre la mesa de Iñigo Urkullu es convocar a las urnas para el 5 o el 12 de julio.
Con respecto al fondo de reconstrucción de 16.000 millones para las comunidades lanzado por la Moncloa, el PNV recordó al presidente que la singularidad fiscal de Euskadi y Navarra hacen que ambos territorios dependan de su propia recaudación, por lo que solicitó que puedan aumentar su límite de endeudamiento.
El tercer compromiso arrancado por los nacionalistas es que Treviño, territorio burgalés enclavado en Álava, será gestionado durante la desescalada como si perteneciese a la provincia vasca, algo que los municipios de la zona llevaban tiempo reclamando.