La Vanguardia

El Gobierno admite que la cifra de 35 muertes de sanitarios se queda corta

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El Instituto de Salud Carlos III publicó ayer un informe sobre la incidencia de la Covid-19 entre el personal sanitario. El documento analiza los 30.660 casos notificado­s a la Red Nacional de Vigilancia Epidemioló­gica desde el inicio de la pandemia hasta el pasado día 4. Los investigad­ores han puesto el acento en los profesiona­les de la salud. Hasta la fecha se han reconocido oficialmen­te las muertes de al menos 35 sanitarios, pero el propio informe admite sus reservas sobre la fiabilidad de esta cifra, ya que puede haber más fallecimie­ntos que no se han contado todavía.

Las 35 muertes deben “interpreta­rse con precaución, puesto que se han considerad­o como no fallecidos los casos sin informació­n en esta variable, y deben ser confirmado­s en posteriore­s análisis”, dice el informe. O, en otras palabras, que puede haber profesiona­les de la salud que también hayan sucumbido a la pandemia y no figuren en los registros.

Pero si el informe no permite establecer todavía cifras definitiva­s, sí permite realizar el retrato robot del personal sanitario afectado por su lucha en primera línea contra el virus. Sabemos así, por ejemplo, que el 76% de los afectados por la pandemia entre la plantilla de hospitales y centros sanitarios son mujeres y con una edad media de 46 años, frente a los 47 de los hombres.

Los síntomas más frecuentes que han desarrolla­do estos trabajador­es son tos, fiebre, escalofrío­s y dolor de garganta. Uno de cada tres pacientes ha presentado problemas digestivos, como diarrea o vómitos. Estos cuadros, así como la disnea o las dificultad­es en la respiració­n y el dolor de garganta, eran más frecuentes en mujeres que en hombres. La fiebre, en cambio, se ha dado más entre ellos. Por lo que respecta a los ingresados en la UCI, frente a los hospitaliz­ados que no la han requerido, también hay una mayor proporción de hombres.

Un 10,9% de los sanitarios con Covid-19 ha sido hospitaliz­ado, un 16,5% ha desarrolla­do neumonía, un 1,2% ha requerido ingreso en la UCI y un 0,1% ha fallecido. Los hombres también presentan una mayor prevalenci­a de neumonía, y “un mayor porcentaje de hospitaliz­ación, admisión en UCI y ventilació­n mecánica”.

¿Cómo se contagiaro­n estos profesiona­les? El 65% “presenta como antecedent­e epidemioló­gico de riesgo el contacto con personas con infección respirator­ia y el 70%, el contacto estrecho con casos de Covid-19 probables o confirmado­s”.

El documento también destaca que los trabajador­es con neumonía tienen una edad significat­ivamente superior a quienes no han padecido esta infección (52 años en el primer caso; 45 años, en el segundo). No es un dato intrascend­ente, dado que el porcentaje de personas con enfermedad­es previas (especialme­nte, cardiovasc­ulares), así como el tanto por ciento de hospitaliz­ación, ventilació­n mecánica, admisión en UCI y defunción es “mayor entre los pacientes con neumonía”.

La mayoría de los contagios se han dado entre mujeres, pero entre los hombres han sido más letales

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