La recesión española será de las peores de la eurozona

Bruselas prevé una caída del PIB del 9,4 % este año

Las primeras previsiones económicas de la Comisión Europea que miden el impacto del coronavirus son tan desastrosas como cabía esperar. Una recesión de proporciones históricas para toda la zona euro y aún más pronunciada para España, que se convierte en la economía que más cae junto con Italia y Grecia. En concreto, el PIB español se reducirá este año un 9,4%, a lo que sigue un repunte en el 2021, pero que se quedará en el 7%, lejos pues de recuperar todo el camino perdido.

Se trata de una recesión sin precedentes para España seguida de un rebote fuerte pero desigual, según lo califica el informe que ayer presentó Bruselas. La deseada V, el tocar fondo y volver a resurgir lo antes posible, se escribirá finalmente con renglones muy torcidos e irregulares, y siempre con el riesgo latente de una prolongación de la crisis en caso de rebrotes de la pandemia. Para la economía española, el resto de indicadores son también muy negativos. Este año, el déficit se dispara hasta el 10,1%, la deuda al 115,6% y el paro al 18,9%

Son previsiones muy parecidas a las que el viernes pasado ofreció el Gobierno español en su actualización del programa de estabilidad, y mucho peores que la media de la economía de la zona euro, que caerá este año un 7,7%. Entre los grandes, Italia y Francia tienen una caída de su PIB similar al español, mientras que Alemania tiene uno de los mejores comportamientos y se contraerá un 6,5%.

Respecto al caso español, la Comisión Europea calcula que, asumiendo que a partir de mitad de este mes se inicie un gradual levantamiento de las restricciones más severas, la economía sufrirá una contracción aún más dura en el segundo trimestre del año, para iniciar la remontada en los dos últimos trimestres. A principios del próximo año, si las restricciones a la producción están levantadas, habrá un aumento durante la primera parte de 2021 para moderarse después.

El sector más afectado son los servicios y en especial, las actividades relacionadas con el turismo, como el transporte, la restauración y la hostelería, donde las restricciones se mantendrán en vigor durante más tiempo. En cambio, la manufactura podrá retomar más rápidamente la actividad, aunque las disrupciones en las cadenas de valor y la débil demanda pueden impedir la normalización de la actividad industrial antes de final de este año.

La crisis tiene un impacto muy negativo en la balanza fiscal y España pasa de conseguir estar dos años consecutivos por debajo del 3%, a saltar por encima del 10%, este año y quedarse en un 6,7% en 2021, cifras inimaginables sin la crisis provocada por el coronavirus. Si el déficit en 2019 ya aumentó inesperadamente hasta el 2,8%, ahora la perspectiva es mucho peor. Habrá una caída significativa de los ingresos, mientras que el aumento del desempleo y el uso extensivo de los ERTE supone un gran incremento del gasto social. Además, también sube de forma importante el gasto en sanidad.

También el desempleo crecerá rápidamente, amplificando el choque en la economía, aunque la pérdida de empleos puede reabsorberse parcialmente cuando la activad se retome. Sin embargo, la recuperación del mercado laboral se espera que sea lenta en un panorama de mucha incertidumbre, y gran impacto de la crisis en sectores de ocupación intensiva.

La CE pronostica para España una recesión sin precedentes seguida de un rebote fuerte, pero desigual