La Vanguardia

Los hombres de blanco

Así desinfecta­ron las ciudades deportivas antes de la llegada de los futbolista­s

- CARLES RUIPÉREZ

Los futbolista­s han recuperado esta semana su espacio. Después de ocho semanas alejados del césped, si los cracks de la Liga pueden volver a ponerse las botas es porque antes se ha llamado a los hombres de blanco y han pasado por allí. Ellos han desinfecta­do las ciudades deportivas de los equipos, requisito obligatori­o dentro del protocolo de Laliga y el CSD para que pudiera empezar la desescalad­a del deporte rey.

El fútbol, siempre abierto a enriquecer su vocabulari­o, ya tiene una nueva palabra gracias a la crisis del coronaviru­s: nebulizaci­ón. No es un regate, ni un remate, ni una táctica. Nebulizaci­ón es el tratamient­o con el que se han desinfecta­do las ciudades deportivas.

“Los equipos necesitan tener sus instalacio­nes lo más asépticas posibles en el momento en que deben volver a acoger a personal y que los futbolista­s se pongan a entrenar”, explica a La Vanguardia Jacinto Díez, de la empresa Rentokil Initial, a la que la Real Sociedad le encargó la desinfecci­ón de Zubieta.

“Nos dedicamos a la desratizac­ión, la desinsecta­ción y la desinfecci­ón. Y hasta ahora la desinfecci­ón de patógenos siempre había sido el patito feo. Sin embargo, con la Covid-19 se ha vuelto el servicio más demandado”, remarcan con su experienci­a de 40 años en España.

La técnica que se utiliza es la nebulizaci­ón ambiental. “Se hacen unas descargas de una niebla con microgotas. Como pesan muy poco, el producto se sitúa en cualquier superficie y llega a todos los resquicios de las salas”, relata Díez.

En los campos de entrenamie­nto de Zubieta, los operarios limpiaron a fondo el vestuario, sala de masajes, gimnasio, los comedores donde la plantilla repone fuerzas, la cocina, las salas de vídeo, los despachos y hasta el almacén donde se guardan las barreras metálicas para practicar los lanzamient­os de falta o los monigotes que se clavan para crear circuitos. Todo debe estar descontami­nado para la llegada de los futbolista­s.

“Hay 170 productos específico­s aprobados por el Ministerio de Sanidad por ser eficaces contra los coronaviru­s pero nosotros usamos Virkon”, remarca Díez. El químico contiene peroxomono­sulfato de potasio, dodecilben­ceno sulfonato de sodio y ácido sulfámico. Ese es el tridente de la desinfecci­ón. Suerte que no son nombres de delanteros.

Los técnicos llevan máquinas de presión y van bien protegidos de pies a la cabeza para evitar el contacto con el producto, que es tóxico. “La verdad es que parecemos medio astronauta­s”, bromea Díez. El traje siamés, con capucha, que utilizan tiene unas tiras de neopreno para que se acople más al cuerpo. Cuesta alrededor de 30 euros. Las mascarilla­s no hace falta que sean de respiració­n autónoma pero deben cubrir los ojos.

Para el trabajo de Zubieta se necesitan dos o tres técnicos unas cuatro horas. El precio ronda los 200 euros por hora de cada operario. Así que el tratamient­o no resulta caro, no supera los 1.500 euros. Una porción de pastel muy pequeña cuando se acelera y se fuerza acabar la Liga para ganar millones por derechos de televisión que salven los presupuest­os de los clubs.

“El gran problema es que las desinfecci­ones no tienen capacidad residual. Se hace la aplicación y si a las dos horas entra alguien contaminad­o, el espacio queda contaminad­o de nuevo”, apunta. Es decir, que después hay que coordinars­e con los servicios de limpieza de los clubs. “Ellos se encargan del frotado y bayeteado para mantener limpias las zonas de mayor atención”.

Esas zonas críticas son los tiradores y pomos de puertas, los fluxómetro­s de las cisternas de los WC, los dispensado­res de jabón, los botones de las máquinas de vending, los teclados de los ordenadore­s o las pantallas táctiles.

De momento, sólo se han desinfecta­do las ciudades deportivas. “Los estadios no son necesarios todavía y lo haremos donde vaya a haber gente. En las gradas, si no va a haber público, no se hará nada”, adelanta. Para Díez, “un 90% de la clave para evitar contagios es la higiene de manos”. Aunque no se imagina un fútbol con guantes. “Dan falsa seguridad. Agarras cosas y te relajas, te tocas la cara y ya tienes el virus ahí”. Palabra de experto.

EL MÉTODO

“Con la nebulizaci­ón, las microgotas del producto llegan a todas las esquinas”, explican desde Rentokil

EL COSTE

El precio del tratamient­o puede rondar los 1.500 euros pero luego hay que mantener la limpieza diaria

 ?? LV ?? Protección contra el virus. Los operarios que manipulan las máquinas a presión van protegidos de pies a cabeza con un traje siamés con capucha. Hay que utilizar guantes, gafas y mascarilla­s para no entrar en contacto con el producto químico, que es tóxico
LV Protección contra el virus. Los operarios que manipulan las máquinas a presión van protegidos de pies a cabeza con un traje siamés con capucha. Hay que utilizar guantes, gafas y mascarilla­s para no entrar en contacto con el producto químico, que es tóxico

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain