400 millones contra la crisis en Barcelona
El equipo de Colau busca un acuerdo político amplio para equilibrar el presupuesto del 2020
La respuesta que el Ayuntamiento de Barcelona dará a la crisis de la Covid-19 no debe suponer merma alguna en sus presupuestos ni tampoco recortes. Todo lo contrario, la Casa Gran tiene que disponer de músculo suficiente para asumir nuevos compromisos derivados de la grave situación generada por el coronavirus. Y esto pasa por disponer de 400 millones de euros este año, 90 millones de los cuales para actuaciones directamente relacionadas con la emergencia y la reactivación. Esto supone modificar el presupuesto del 2020, el más elevado –3.033 millones– y con más apoyo político –33 de los 41 ediles, de cuatro grupos distintos– de su historia. Unas cuentas expansivas con un gran peso de las políticas sociales y medioambientales a las que ahora habrá que añadir las de reconstrucción pospandemia. Este es el objetivo del gobierno de Ada Colau y sobre el que busca la complicidad de la oposición en el marco de un proceso ya en marcha para un acuerdo de relanzamiento de la ciudad.
Representantes de todos los grupos municipales participaron ayer en una reunión para abordar la modificación de las cuentas, que se desarrolló con buen tono. El equipo de gobierno presentó un informe en el que se concretan algunas cifras que dan idea del fortísimo impacto de esta crisis en el ejercicio y una propuesta de reequilibrio. La previsión es lograr un pacto antes de las vacaciones de verano para después abordar los presupuestos del 2021 desde una óptica similar.
Las proyecciones presentadas prevén un desajuste de 310 millones, debido a una disminución de los ingresos de 243 millones y a la asunción de gastos sobrevenidos por 67 millones. Algunos ejemplos. Se espera recibir 39 millones menos en transferencias del Estado; 66 millones menos en tasas relacionadas con el espacio público (las de aparcamiento y la turística, entre otras) y 69 millones menos en plusvalías e impuesto de obras. Las sociedades e institutos municipales generarán un desajuste en las cuentas de 43 millones y la ATM, 19 millones.
Para cuadrar los números, el equipo de gobierno prevé disponer de 400 millones, de modo que aún quedarían 90 millones para un fondo específico de respuesta a la crisis para emergencias sociales, reactivar la economía o adaptar la movilidad y el espacio público, actuaciones que ya han comenzado a ejecutarse y que deben hallar acomodo en las nuevas cuentas.
Esos 400 millones son la suma de 160 millones de remanente de tesorería, fruto de superávits de ejercicios anteriores, que el Ayuntamiento confía en que el Ejecutivo central permita usar; 90 millones de aplazar al 2021 inversiones de este año; 65 millones que no gastados por la parada de actividad debido al estado de alarma; 60 millones del fondo de contingencia y 25 millones de ahorro en gastos no indispensables.
El uso del remanente es clave. El primer teniente de alcalde y responsable del área económica municipal, Jaume Collboni, fue ayer muy claro: “Es fundamental disponer de esta hucha, le pedimos al Gobierno que haga con los municipios lo mismo que él pide a la Unión Europea para los estados, flexibilizar el gasto”, porque, subrayó, “la respuesta a esta crisis no pasa por recortar sino por gastar”. En la misma línea, el concejal de Presidencia y Presupuestos, Jordi Martí, preguntó: “¿Qué sentido tienen los ahorros si no se pueden emplear para una emergencia?” Este último insistió además en que el Ejecutivo de Pedro Sánchez debe aportar fondos a los municipios, tal como ha hecho a las comunidades autónomas, a las que destinará 16.000 millones. Las ciudades requieren de ayuda sobre todo para compensar el déficit del transporte público, detalló.
Esta propuesta es un punto de partida, subrayó Martí, a la que los grupos municipales pueden plantear cambios. El bajo nivel de endeudamiento del Ayuntamiento –del 29% de sus ingresos corrientes anuales cuando se recomienda estar por debajo del 60%– da margen. El gobierno municipal es partidario de pagar una parte de los sobrecostes con fondos propios –sus ahorros– y otra acudiendo a deuda a medio y largo plazo.
DEMANDA A SÁNCHEZ
El gobierno de la ciudad ve imprescindible usar el remanente de ejercicios anteriores
MÚSCULO FINANCIERO
El bajo nivel de endeudamiento da margen para asumir nuevos gastos