Ciudadanos se muestra dispuesto a negociar el presupuesto con el Gobierno
ERC insta al Gobierno a elegir y Unidas Podemos y PNV recelan de la propuesta
Ciudadanos está dispuesto a negociar los presupuestos generales del Estado con el Gobierno ante la situación de excepcionalidad creada por la Covid-19. Oriol Junqueras instó ayer a Pedro Sánchez a elegir aliados parlamentarios.
La decisión de Ciudadanos de romper el dique de la derecha y, separándose del PP y Vox, votar a favor de la prórroga del estado de alarma ha provocado un corrimiento de tierras en la política española que, sin alcanzar la magnitud de un terremoto, sí que puede reconfigurar los contrafuertes parlamentarios que sostienen al Gobierno más allá de lo que dure la emergencia sanitaria y acabar por redefinir sus apoyos de cara a la aprobación de los próximos presupuestos generales del Estado.
En esa senda se adentró ayer por la mañana Carlos Carrizosa, en una entrevista en Ràdio 4, al asegurar que su partido sigue manteniendo la “mano tendida” tanto al Govern en Catalunya como al Gobierno en España para elaborar “con el máximo consenso político unos presupuestos realistas para el 2021 que ayuden a hacer frente a la crisis derivada de la pandemia”.
Una propuesta en la que, para despejar posibles dudas, volvió a insistir al mediodía, preguntado por La Vanguardia: “Se trata de una emergencia nacional y los presupuestos deben garantizar que la prestación sanitaria se pueda realizar con las suficientes garantías de seguridad y eficiencia y, en un marco económico de crisis aguda, apoyar a las familias, autónomos, pymes y trabajadores”, argumentó Carrizosa.
“Esto no cambia en absoluto nuestra política de alianzas, no hay giro ideológico. De lo que se trata es de hacer frente a una situación de emergencia social”, aseguró Carrizosa, saliendo al paso de las inevitables suspicacias. “Siempre hemos estado en el centro y siempre hemos mantenido unas políticas de pacto idénticas”, subrayó.
Pese a que el ofrecimiento puede antojarse coyuntural, debido a la situación de emergencia sanitaria en la que se justifica, la apertura de Ciudadanos a un voto favorable a los presupuestos del Estado es un cambio de estrategia que entraña la posibilidad de reconfigurar el entramado de apoyos del Gobierno español, sometido a un fuerte estrés a raíz del estallido de la mayor crisis –sanitaria y económica– que se recuerda. Y así se apresuró a celebrarlo la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, a la salida del Consejo de Ministros, cuando afirmó en la preceptiva rueda de prensa que “cualquier alianza” que “permita abrir los apoyos parlamentarios” del Gobierno “será bienvenida”.
Ahora bien, la también titular de Hacienda insistió en que eso no supone romper el ajustado respaldo con el que cuenta Pedro Sánchez, sino en todo caso hacerlo más sólido: “La mayoría con la que el Gobierno contó para la investidura y para las leyes que se han ido tramitando desde entonces tiene vocación, incluso, de poder ampliarse”, dijo Montero, que no cree que el hecho de no haber secundado la última prórroga del estado de alarma impida a ERC seguir apoyando otras iniciativas legislativas.
Pero justamente esa ampliación de los apoyos parlamentarios es la que no se ve nada clara en ERC, cuyo líder, Oriol Junqueras, ya ha instado al Gobierno, en una entrevista desde la prisión, a decidirse entre su partido o “echarse en brazos” de Inés Arrimadas, al considerar que son opciones incompatibles.
Y también Unidas Podemos, socio gubernamental del PSOE, observa con recelo la entrada de
Ciudadanos en la ecuación para resolver las cuentas del Estado. El líder de esta formación y vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, descartó que el voto favorable a la prórroga del estado de alarma por parte del partido liberal tenga otras futuras derivadas, puesto que sus postulados están “en las antípodas ideológicas” del programa acordado para sellar la coalición con los socialistas. Aun así, Iglesias considera que es obligación del Gobierno “tender la mano a todo el mundo” y quiso “dar las gracias” a Ciudadanos por su “altura política” al alejarse de PP y Vox, fuerzas “con las que gobierna” en algunas comunidades y ayuntamientos, y ofrecer sus diez escaños al Ejecutivo.
Con mayor dureza, pero en esa
Carrizosa asegura que Cs no ha cambiado su política de alianzas: “Se trata de una emergencia nacional”
misma línea crítica, se expresó el PNV, uno de los pilares parlamentarios en los que se sostiene la coalición de Gobierno. El presidente del partido, Andoni Ortuzar, advirtió a Pedro Sánchez que espera que no esté pensando en “cambiar la mayoría que lo llevó a la Moncloa”, porque “eso embarrancaría” al propio Ejecutivo español y lo dejaría “en manos” de Ciudadanos, “un socio muy incómodo para prácticamente todo el arco parlamentario restante”.
“Yo no concibo que pudiera haber una acción de Gobierno basada en acuerdos con Ciudadanos que luego cohabitara con acuerdos con nosotros, con ERC, etcétera”, señaló Ortuzar.
Pase lo que pase finalmente, la mera insinuación de que Ciudadanos pudiera entrar a formar parte del tejido de alianzas que permiten la andadura del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos en un contexto socioeconómico tan complicado como el que se vislumbra, ha movido el tablero político español lo suficiente como para que todos los jugadores de la partida se hayan visto en la necesidad de consolidar sus piezas.