La cara moderada de la Liga
Parecía imparable. El exministro del Interior italiano Matteo Salvini ha sido el artífice de una de las operaciones más exitosas de la ultraderecha mundial al lograr convertir la autonomista Liga Norte en la Liga, a secas, un producto populista a escala nacional que imitaba al de Marine Le Pen en Francia. Los resultados para Salvini han sido incontestables. Ha logrado llevar a un partido del borde de la extinción, con sólo el 4% de los votos en el 2013, a arrasar con más del 34% de los sufragios en las pasadas europeas, meses antes de que decidiera romper el primer Gobierno de Giuseppe Conte. Pese a que la operación para convocar elecciones y convertirse en primer ministro le salió mal, hoy en día la Liga sigue siendo el primer partido en intención de voto en Italia.
Pero los efectos políticos del coronavirus están comenzando a notarse, y parece que Salvini no sale bien parado. Además de caer notablemente en un sondeo del Corriere della Sera, que indicaba que en un mes ha perdido seis puntos, en otra encuesta reciente publicada en Il
Sole 24 Ore ya no es Salvini quien aparece como el líder más valorado entre los derechistas italianos.
Los encuestados debían responder con un sí o un no a si apreciaban a una lista de líderes políticos. El más beneficiado no es il Capitano,ni siquiera el primer ministro Conte, cuya popularidad ha crecido con fuerza durante esta pandemia. Se trata del presidente del Véneto, Luca
Zaia, cuya gestión al contener el avance del virus con a un programa de pruebas masivas le ha propulsado en Italia.
“Quedé muy sorprendido por estos resultados”, cuenta Roberto D’alimonte, politólogo de la universidad Luiss de Roma que elaboró el sondeo. “Inmediatamente llamé a algunos conocidos en el Véneto para preguntar si Zaia podría sustituir a Salvini en el liderazgo de la Liga: me dijeron que es un buen administrador pero no un hombre de partido, y que por esa razón, por el momento no le interesaría desafiar abiertamente a Salvini”, afirma.
Pero lo cierto es que el éxito en Véneto contra la Covid-19 ha llevado a varios medios de comunicación, incluyendo el Financial Times –que le llamó el “héroe político” en Italia– a especular con que, si los resultados de Salvini siguen a la baja como consecuencia de la pandemia, el presidente regional podría ser una alternativa al frente del partido ultraderechista. Muchos periodistas italianos ya se refieren a él como il Doge, el título que ostentaban los líderes de la República Veneciana durante más de mil años.
Zaia (Conegliano, 1968) no es ninguna nueva estrella en política, porque carga más de veinte años de experiencia a sus espaldas. En 1995, con 25 años, fue elegido consejero provincial en Treviso y tres años más tarde, presidente de la provincia, el más joven de Italia. Fue escalando posiciones hasta que en el 2008 fue nombrado ministro de Agricultura de Silvio Berlusconi. Desde el año 2010 es presidente del Véneto, y todo apunta a que en las elecciones regionales que se deberían celebrar en verano, si el coronavirus lo permite, arrasará.
Pese a que ha cometido algunos errores de peso –aseguró que en China comen “ratas vivas”–, Zaia es visto como un hombre más templado y moderado que Salvini, y goza de una buena experiencia como administrador sin los arrebatos contra Europa del exministro del Interior. Sería una opción que agradaría mucho más que el actual líder tanto a Bruselas como a los pequeños empresarios que configuran el tejido industrial del norte de Italia. Tam
Sin los arrebatos del actual líder liguista, Zaia agradaría más a Europa y a los pequeños empresarios del norte