Feijóo afirma que puede llamar ya a las urnas pese al estado de alarma

La feijoología es mucho más compleja que la marianología, que seguía los cánones clásicos del carácter autóctono de Galicia, si bien siempre en castellano. Y también lo es que la fragología, en la que se mezclaba el ímpetu vasco con la versión más mandona de la idiosincrasia gallega. No resulta sencillo descifrar las señales del actual presidente de la Xunta, cautelosas y a veces contradictorias hasta que cree llegado el punto de la aceleración. Pero hay una regla que nunca falló, que para convocar las elecciones Alberto Núñez Feijóo sigue el camino que marca el lehendakari, pues es lo que hizo las tres veces que le tocó tomar esa decisión. Y ayer afirmó que en el nuevo estado de alarma podrá llamar a las urnas, como Urkullu, sin que se lo impidan, a su modo de ver, los límites que él mismo se puso en su decreto de desconvocatoria.

Aunque en esa resolución que firmó el 18 de marzo se dice que el proceso electoral se activará “una vez levantada la declaración del estado de alarma”, Feijóo

aseguró que no tenía dudas de que podía convocar, porque se refería a la versión inicial y no a la prorrogada de la alarma, según él, de forma indefinida y sin contemplar el fin de la legislatura.

“Pero el Gobierno lo aclaró y yo agradezco que los grupos no se opusiesen, bien votando que sí o con la abstención”, concluyó.

Sobre la fecha de las elecciones, el presidente de la Xunta explicó que se trata de buscar “cuál es la mejor quincena, la que presenta menos riesgos sanitarios”. Señaló como base de la decisión el estudio epidemiológico gallego, pese a la controversia que hay por su falta de casos positivos.

Las decisiones de Feijóo del 2012, el 2016 y el propio febrero del 2020 indican que seguirá el calendario vasco, para mantener la coincidencia que se dio en todos sus triunfos y también porque ahora mismo calcula que le conviene ir ya a las urnas, con unas encuestas internas muy favorables. Sin apenas desgaste por un coronavirus que golpea a Galicia mucho menos que al conjunto de España, el PPDEG cree conjurado el que era su mayor riesgo electoral, el impulso del Gobierno de Pedro Sánchez, que llevó al PSDEG en las generales de abril del 2019 a ser por primera vez la fuerza más votada.

Feijóo coincidió con Urkullu en que es preciso despejar el panorama político ante el reto “faraónico y titánico” de las autonomías ante la reconstrucción.

El presidente de la Xunta dice buscar la fecha ideal, si bien los antecedentes indican que escogerá la vasca