L’hospitalet invierte 275.000 euros en mascarillas para niños y ancianos

Personal municipal y voluntarios repartieron ayer 5.000 mascarillas entre los ocho mercados municipales de l’hospitalet de Llobregat, que corresponden a una parte de la última partida que entregó el Gobierno a los ayuntamientos. Pero según ha podido saber La Vanguardia, la distribución de máscaras para evitar el contagio del coronavirus se intensificará la semana que viene en la segunda ciudad de Catalunya. Y es que el Consitorio ha invertido un total de 275.000 euros en la compra, manipulación, ensobrado y reparto de 85.000 tapabocas protectoras.

“Son reutilizables y pueden soportar unos cincuenta lavados aproximadamente”, confirma el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, Fran Belver. “Se distribuirán, de forma individualizada a domicilio, entre dos colectivos concretos: las personas mayores de 70 años, que recibirán 45.000; y los niños y adolescentes de 3 a 14, que tendrán 40.000”, agrega. Su fabricación se está ultimando en una empresa del Maresme.

Según Belver, la primera remesa, destinada a los ancianos, llegará y se comenzará a distribuir la semana que viene. “Son el grupo de población más vulnerable al virus”, argumenta.

Las mascarillas para los más pequeños se recibirán una semana después. “Tendrán una serie de estampados para hacerlas más divertidas. A ningún chaval le gusta salir a la calle con mascarilla, así que intentaremos hacérselo algo más llevadero”, comenta el primer teniente de alcalde.

Cada persona de estos colectivos recibirá un sobre cerrado que llevará una bolsa con una mascarilla en su interior. Una empresa especializada se encargará de la distribución.

Sobre el reparto que se llevó a cabo ayer en los mercados y que continuará hoy, el Ayuntamiento busca un efecto sensibilizador sobre la necesidad de usar mascarilla. Allí también se han distribuido 4.000 guantes de látex. “Es importante transmitir sensación de seguridad e higiene en estos puntos concurridos y donde se comercializan alimentos”, expone Belver. El objetivo es que “todos los clientes y los responsables de las paradas tengan una mascarilla”. “Por mucho que se regule el aforo con voluntarios, en ciertos momentos se pueden dar aglomeraciones en las paradas. Son puntos complicados de controlar por su propia forma de funcionar”, resuelve.

Los 85.000 tapabocas estarán destinados a mayores de setenta años y a los jóvenes de entre tres y catorce