Brufau aboga por la industria y reclama ayudas a la automoción
El consumo de carburantes se desplomó un 70% en España en abril
El presidente de Repsol, Antoni Brufau, apostó ayer por la industria, como medida para salir de la crisis. “Hay que priorizar las medidas económicas a corto plazo para que no se dañe de manera estructural nuestro tejido productivo, siempre salvaguardando que estas medidas sean compatibles con los objetivos a largo plazo”, apuntó ayer en la primera junta telemática que la energética celebró desde su sede en Madrid. Se trata de la primera junta del Ibex 35 en la que sus dos primeros directivos Antoni Brufau (presidente) y Josu Jon Imaz (consejero delegado) realizaron sus discursos con mascarilla y guantes.
Brufau solicitó un gran pacto industrial “que mejore la estructura económica y la convierta en más resistente ante las siguientes crisis que seguro que vendrán”. En este sentido, apostó también por apoyar las exportaciones “ante la debilidad de la demanda”.
Entre líneas dejó entrever que otros dos sectores de gran peso, como son el turismo y la construcción, no van a poder ejercer de tractor para incrementar el producto interior bruto del país.
El directivo catalán reclamó al Gobierno un plan Renove para el sector de la automoción. “El apoyo a la industria del automóvil va a ser clave para salir de la crisis”, señaló. En concreto, defendió “un plan focalizado en el tipo y gamas de vehículos que más se fabrican en España, convencionales e híbridos”. Reclamó, además, “eliminar incertidumbres regulatorias que perjudican la toma de decisiones de inversión y de consumo”.
A su juicio, activar un plan para la renovación del parque automovilístico “sería también la herramienta más eficiente para reducir las emisiones de C02 y mejorar la calidad del aire”. Brufau recordó que países como Alemania o Corea del Sur, incluso otros, como República Checa, están apostando “por la industria moderna, la ingeniería, la tecnología, el I+D+I... para mantener la competitividad”.
En este sentido, Josu Jon Imaz recordó que la media de edad del parque automovilístico en España era de 8,5 años en la anterior crisis y ahora esa cifra ha subido a más 12 años. Se trata del parque automovilístico más antiguo de Europa, sólo por detrás de Grecia.
Brufau explicó, por otra parte, que durante las semanas de confinamiento, Repsol ha estado muy activa. Al tratarse de un servicio esencial en la compañía se ha trabajado intensamente para que “no faltase ni un litro de combustible, ni una molécula de gas, ni una bombona de butano” a nadie.
Respecto al negocio, Imaz subrayó que en el mes de abril se ha producido “una caída histórica, con un descenso del 70% en el consumo de gasóleos y gasolinas” en España. Imaz prevé que la movilidad se recupere en la segunda mitad del año y el consumo de carburantes remonte.
El consejero delegado también repasó el último ejercicio de la compañía y dio alguna pista a futuro. Recordó el ajuste contable de 4.849 millones que realizó la petrolera en el 2019, que le llevó a unos números rojos de 3.816 millones. También puso sobre la mesa que la bajada del precio del petróleo ha llevado a la compañía a unas pérdidas de 487 millones en el primer trimestre del 2020. Por eso, la compañía ha realizado un ajuste en gastos de 350 millones, ha reducido inversiones en 1.000 millones, y ha aplicado una optimización de circulante de 800 millones de euros.
A partir de ahora, Repsol va a apostar por la energía verde, por proyectos petroleros más cortos y con mayor retorno económico y por la comercialización para captar clientes de electricidad y gas, mercados en los que ya cuenta con un millón de clientes”.
“El apoyo a la industria del automóvil va a ser clave para salir de la crisis”, señala el presidente de la petrolera