Gianni Rodari, el gran gurú de la creatividad moderna
Literatura Infantil y Juvenil Con motivo del centenario del nacimiento del escritor italiano, varias editoriales han recuperado algunos de sus mejores libros, exponentes de cómo la imaginación es capaz de transformar el mundo. Los repasamos
Era un señor muy anciano, de 93 años y 24 enfermedades registradas meticulosamente, que un buen día comenzó a rejuvenecer milagrosamente hasta convertirse en un adolescente. ¿Les suena? No se trata del Benjamin Button de F. Scott Fitzgerald (ni siquiera el que David Fincher llevó a la gran pantalla encarnado por Brad Pitt) sino del barón Lamberto que el maestro italiano Gianni Rodari (Omegna, 1920-Roma, 1980) devolvió a la adolescencia gracias a un prodigioso remedio egipcio, para desgracia de su sobrino, único heredero de su gran fortuna. Un divertido, ingenioso, chispeante y cultísimo personaje que recupera Kalandraka en
Érase dos veces el barón Lamberto –ilustrado por Javier Zabala–, uno de los múltiples libros que estos meses se han reeditado para conmemorar el centenario del nacimiento de este genio de las letras.
Escritor, pedagogo y periodista, Gianni Rodari dedicó la mayor parte de su obra a los niños a los que, en plena guerra fría y tras la dureza de la Segunda Guerra Mundial, instó a respetar y a abogar por una educación rica en humanidad y fantasía. “Rehacer el imaginario infantil y juvenil era una prioridad para toda la comunidad educativa”, señala Xavier Sarrià en el prólogo de Les aventures d’en Cebeta, el libro que recupera Sembra Llibres sobre una familia de cebolletas en cuya trama subyace la lucha de clases y la importancia de la amistad. Esta fue una de las primeras obras del autor, escrita en 1951, cuando el Vaticano ya lo había excomulgado por revolucionario y era ampliamente consciente de que su mejor arma para transformar la sociedad era su imaginación y su pluma. Buena muestra nos la da en Retahílas de cielo y tierra, una selección de poemas en su justa medida de “moral, política y sátira”, en palabras del propio Rodari, que ha recuperado en castellano SM ilustrado por Tomás Hijo, y en catalán Estrella Polar ilustrado por Bruno Munari. Precisamente Estrella Polar también recupera Contes escrits a màquina, ilustrados por Nieto Cano, una compilación de 26 relatos que tienen en común la inverosimilitud,ladiversiónyelhechodequefueron escritos a máquina.
La editorial gallega Kalandraka también acerca a los más pequeños el legado del escritor italiano con ¿Qué hace falta?, ilustrado por Silvia Bonnani, donde se refleja el precioso equilibrio del hombre y la naturaleza y la poesía de las pequeñas cosas.
Anaya también se ha sumado al centenario haciendo un recopilatorio propio que ha sacado bajo el título Las mejores historias y rimas de Gianni
Rodari, con historias extraídas de libros como Fábulas por teléfono. Curiosamente Las canciones del caballo que habla, obra que lo convirtió en el único autor italiano premiado con el prestigioso Hans Christian Andersen, no figura de momento en ningún catálogo.
Otra de las magníficas recuperaciones que se han hecho en los últimos días viene de la mano de la editorial Juventud: El libro
de los errores, todo un reto de traducción a cargo de la veterana Teresa Durán y Txell Freixenet, ingeniosamente ilustrado por
Chiara Armellini. Un reto, porque en este libro, escrito en 1964, se reúne en verso y prosa una divertida colección de errores ortográficos, gramaticales e incluso morales extraídos mayoritariamente de su etapa como maestro. “¿Vale la pena que un niño aprenda llorando lo que puede aprender riendo?”, nos dice Rodari en el prólogo. Pensamientos como este y su visión de la mente infantil como fuente inagotable de fantasía y de verdad forman parte de su obra más celebrada por el público adulto: Gramática de la fantasía, un ensayo de pedagogía vigente hoy que sitúa a Rodari a la altura de otros grandes gurús de la creatividad como Csíkszentmihályi o Howard Gardner. |