La necesidad de ir a otra prórroga complica aún más el panorama a Sánchez
El Ejecutivo intenta apagar todos los incendios internos y externos que han provocado sus negociaciones para prolongar el estado de alarma
La ministra portavoz, María Jesús Montero, compareció ayer en la Moncloa pertrechada con un casco de bombero y una manguera de agua a alta presión, con la misión de contener el descomunal incendio provocado dentro y fuera de las murallas del Gobierno. Tras la cita extraordinaria del Consejo de Ministros, que aprobó la quinta prórroga del estado de alarma autorizada por el Congreso, hasta el próximo 7 de junio, Pedro Sánchez emprende ya el tortuoso camino hacia una sexta ampliación de esta medida excepcional que Montero insistió en que sigue siendo “el único instrumento jurídico posible para restringir la movilidad del conjunto de los ciudadanos”.
Pero el desgaste que cada nueva prórroga está provocando en el Gobierno, obliga a hacer cada vez mayores concesiones a cambio de menos pero imprescindibles votos, y lo muy cuesta arriba que se puso la ruta tras la enorme polémica política provocada por el patinazo del acuerdo con EH Bildu sobre la reforma laboral que soliviantó a casi todas las partes afectadas, lleva a algunos dirigentes del PSOE a recetar ya que Sánchez no intente nuevas ampliaciones de la alarma. El problema es que en apenas dos semanas el Gobierno no tiene tiempo de impulsar, tramitar y aprobar en el Congreso las reformas legislativas con las que sustituir el estado de alarma cuando culmine la desescalada, según sus propios plazos, a finales de junio.
Sánchez, en esta de nuevo complejísima encrucijada, prosigue de momento su rumbo hacia una sexta prórroga de la alarma. Un camino al que no se plantea renunciar, pese a las dificultades extremas para recorrerlo con éxito, según confirmó ayer Montero. “No, no, el Gobierno no va a renunciar en ningún caso a preservar la salud de los ciudadanos”, afirmó. E insistió en que “el único instrumento que hace posible disminuir la movilidad de la población es el decreto de alarma”. Por tanto, advirtió que el Gobierno “no descarta en absoluto” plantear una nueva ampliación de la alarma, ya que insistió en anteponer la salud pública a cualquier otra consideración. “Pero el Gobierno sí se ha sentido solo durante esta crisis”, denunció.
Y es que, pese a asumir los errores del Gobierno –“siempre podemos hacer las cosas mejor”, admitió–, Montero trató de repartir culpas, expresamente en el PP y de manera implícita en ERC. También desmarcó al Ejecutivo y al PSOE de EH Bildu: “Tenemos diferencias abismales, nos diferencia prácticamente todo”. Entre las medulares, resaltó, que la formación abertzale no condene el ataque al domicilio de la líder de los socialistas vascos, Idoia Mendia. La portavoz del Ejecutivo también trató de recomponer los platos rotos con Ciudadanos, al que volvió a llamar al pacto presupuestario, y con el PNV, formación con la que aseguró que “seguimos teniendo un acuerdo estable, ellos conocen de nuestra complicidad”. Trató además de aplacar al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi: “No es un patriota de boquilla, antepone siempre los intereses de España”. Y a los sindicatos, a los que aseguró que no se tocará una coma de la reforma laboral del PP del 2012 sin diálogo social.
Montero, dirigiendo la manguera también al interior del Gobierno,
quiso enfriar el nuevo choque interno entre el vicepresidente social y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. “En todos los gobiernos hay diferentes sensibilidades, pero vamos todos a una”, aseguró. Pie en pared, de nuevo: “Este es un Gobierno fuerte, cohesionado y unido, pese a quien pese”, zanjó.
En el PSOE se siguieron entre tanto repartiendo las culpas internas, y pese a que algunos presidentes autonómicos como Emiliano García-page o Javier Lambán vuelven a elevar el tono ante el acuerdo con EH Bildu o la dependencia de ERC, la mayoría rumia su descontento con discreción. Unos achacan al propio Sánchez y a su estratega jefe, Iván Redondo, su persistencia en el “regate corto” para intentar salvar cada jornada. Otros lamentan que “el error está en la rectificación” nocturna que el
EL PRECIO DE LOS VOTOS “El Gobierno se ha sentido solo durante esta crisis”, advierte la ministra portavoz
UN ACUERDO “PUNTUAL” Montero asegura que el PSOE mantiene sus “diferencias abismales” con EH Bildu