La Vanguardia

DESPLIEGUE POLICIAL CONTRA LA RELAJACIÓN

Los Mossos despliegan ahora controles estratégic­os en los límites de las las regiones sanitarias y provincias vecinas para evitar viajes prohibidos

- JAVIER RICOU

Los Mossos d’esquadra han desplegado agentes para evitar la relajación en el cumplimien­to de las medidas decretadas por el estado de alarma, sea por circular por causas no autorizada­s (foto), por no llevar mascarilla o por transitar entre regiones sanitarias.

Los controles se reforzarán en las fronteras de estas regiones de Salut, muy desconocid­as por la población.

Por el norte, sur, este y oeste. En Catalunya se ha montado una particular operación jaula. En este caso no se busca a ningún delincuent­e, son controles de Mossos en los límites de regiones sanitarias y fronteras con provincias vecinas para detectar a otros infractore­s. Se busca a esos ciudadanos que se saltan –en estas primeras fases de la desescalad­a– la orden que sigue limitando, y mucho, la movilidad por carretera. Controles estratégic­os que este fin de semana se van a reforzar, al detectarse un incremento de desplazami­entos por carretera conforme se avanza en el desconfina­miento.

Los agentes encargados de este operativo no lo tienen fácil. La mayoría de ciudadanos que intentan saltarse la norma se hacen los despistado­s cuando los mossos –el lío de Catalunya con las regiones sanitarias es la excusa perfecta– les obligan a detener su marcha en esos controles. Así que a los agentes no les toca otra que repetir una y otra vez –como si fuera una clase magistral– por dónde se puede circular en esta fase de desconfina­miento y qué viajes están prohibidos.

Es el caso de una conductora que esta semana circulaba por la N-230 en dirección a la Val d’aran. La mujer se topó con un control de Mossos a la salida de Alfarràs, a un escaso kilómetro del primer cambio de comunidad autónoma de esa ruta, que discurre entre las provincias de Lleida y Huesca. Desde el punto en el que quedó inmoviliza­da esa conductora se pueden leer con claridad en una señal de tráfico dos destinos a los que lleva esa carretera: Vielha y Benabarre. Y los agentes tomaron esa referencia para desarrolla­r su discurso. No se puede viajar desde Ponent hasta Vielha, aunque esa última población esté en la provincia de Lleida porque se cambia de región sanitaria. Ni tampoco a Benabarre, ya que esa localidad pertenece a Aragón. Con independen­cia de que todos esos territorio­s (las regiones sanitarias de Lleida, la de Alt Pirineu y Aran y la provincia de Huesca) estén en la misma fase: la 1.

Lo que ocurrió en ese control describe lo que pasa en otros puntos estratégic­os del territorio catalán en el que están apostados estos días los Mossos en esta particular operación jaula Covid-19. Esos controles se montan en los límites de Fraga (Huesca) con la provincia de Lleida, en carreteras que conectan la región sanitaria de Tarragona con la Metropolit­ana Sud o la región sanitaria de Girona con la Metropolit­ana Nord. Así como en las vías que unen esas dos áreas metropolit­anas con la región sanitaria de la Catalunya

Central o en la N-240 en la frontera de Les Garrigues (Lleida) con Tarragona.

Y otro punto de control, el más espectacul­ar en cuanto a despliegue, suele estar montado en el peaje de Martorell. A media mañana del miércoles todos los conductore­s que circulaban por ese punto en dirección a Barcelona eran obligados a detener su marcha para que explicaran los motivos de ese viaje.

Los vehículos que circulan por la autopista procedente­s de Tarragona o Lleida tienen que pasar por ese peaje. Y sin justificac­ión (motivos laborales, emergencia­s, visitas hospitalar­ias...) “nadie puede entrar ahora mismo a Barcelona por esa ruta”, recuerda un agente. Lo mismo ocurre en la A-2, que une la capital de Ponent con la capital de Catalunya. Esa carretera atraviesa cuatro regiones sanitarias, la de Lleida,

En esta fase se puede ir de Puigcerdà a Val d’aran, pero no de Lleida a Vielha o de Manresa a Cervera

el Camp de Tarragona, Metropolit­ana Nord y Barcelona.

Así que en esta fase de desconfina­miento sí que se puede ir de Puigercà a la Val d’aran, pero no de Lleida a Vielha, ni tampoco de Vic a Barcelona, de Manresa a Cervera o de Calella a Mataró. La movilidad solo está permitida dentro de la región sanitaria, lo que está pasando algunas facturas como la pagada por todo el Pirineo, a punto de pasar ya a fase 2, pero aislada por carretera de las zonas más pobladas.

Lo contrario de lo que pasa en la comunidad vecina de Aragón, donde el desconfina­miento se ha hecho por provincias y los vecinos de Huesca pueden circular ya sin problemas desde hace casi dos semanas, por ejemplo, desde Huesca hasta Benasque. Esos ciudadanos, los que tienen segunda residencia, pueden desplazars­e ya a esas casas del Pirineo, lo que no está permitido aún ni para los vecinos de Lleida, Girona o Tarragona y, mucho menos para los de Barcelona. En Catalunya, que desconfina por regiones sanitarias, miles de ciudadanos tendrán que esperar aún semanas para viajar a la montaña o la playa.

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ENRIC FONTCUBERT­A / EFE
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MERCÈ GILI Control de Mossos pasado el peaje de Martorell, este miércoles, dirección a Barcelona
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MERCÈ GILI Control en la N-230, limite con Huesca, dirección Vielha y Benabarre

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