Aterrizaje mortal en Karachi
Un avión pakistaní causa un centenar de víctimas al estrellarse en un denso barrio
El alcalde de Karachi (Pakistán) confesó que no esperaba supervivientes en la catástrofe aérea de ayer, en un denso barrio vecino al aeropuerto. Sin embargo, protección civil iluminaba luego mínimamente un saldo negro: tres pasajeros de la primera fila de la clase ejecutiva habían sido rescatados con vida. Entre ellos el presidente del Bank of Punjab, Zafar Masud.
Todos los demás viajeros, unos 90, así como los ocho tripulantes, habrían fallecido, aunque a última hora de ayer solo habían podido recuperar la mitad de los cadáveres, muchos irreconocibles, entre el amasijo de hierros y cascotes. Asimismo, el impacto devastador contra cinco edificios de viviendas –con otros quince dañados– habría provocado ocho muertos y quince heridos más, según el hospital Jinnah.
El vuelo siniestrado, de Pakistan
International Airlines (PIA), se estrelló a primera hora de la tarde contra los últimos bloques, antes del recinto aeroportuario, tras un primer descenso fallido. El vuelo PK-8303, con origen en Lahore, perdió la comunicación con la torre de control a las 14,37 horas. El piloto había tenido tiempo de comunicar sus problemas con un motor y se le comunicó que las dos pistas estaban libres pero, por motivos desconocidos, dio media vuelta para volver a intentar el descenso con resultados catastróficos. Poco después de mandar la señal de auxilio impactaba contra Model Town, un barrio de clase media ahora masificado, en la ciudad más poblada de Pakistán.
Todavía no hay una explicación oficial de PIA, aunque testigos citados por el canal Dawn News afirman haber observado llamas en el aparato en pleno descenso. Otros rememoran “un ruido muy extraño en el motor” y el temblor en las paredes por el vuelo a baja altura.
La negra humareda, aumentada por coches y motos en llamas, en calles estrechas sembradas de restos de fuselaje era dantesco. El aparato siniestrado, un Airbus 320, llevaba quince años volando. Primero con una aerolínea china y desde hacía un tiempo había sido arrendado por PIA a una filial de General Electric.
La última revisión del aparato fue a finales de abril, cuando toda la flota de PIA estaba en tierra. Pakistán levantó la prohibición sobre los vuelos nacionales hace una semana, con una ocupación máxima del 20% de los asientos. Sin embargo, a juzgar por la lista de 91 pasajeros –inicialmente se habló de 99– la ocupación alcanza ya el 50%. Sin las restricciones derivadas del coronavirus habría estado lleno, puesto que ayer, quien podía volvía a casa en Pakistán para celebrar la Fiesta del Cordero –o del Sacrificio– que marca el fin del Ramadán.
Uno de los vecinos, Raja Amjad, ha explicado cómo uno de los cadáveres cayó de lleno contra su coche. Y cómo no se le olvida la voz –la única que se oía– de un pasajero con las piernas atrapadas en la salida de emergencia. Mientras que al banquero Masud, con heridas leves, los 99 euros de diferencia de su tarifa le salvaron la vida.
En una megalópolis conocida por su violencia, Model Town es uno de los barrios más seguros, por su proximidad al aeropuerto y otras zonas residenciales de personal militar. Por otro lado, Pakistán, con 50.000 casos de la Covid19 y algo más de mil muertos, está capeando la pandemia mejor de los esperado.
El choque contra una hilera de viviendas habría añadido ocho muertos y 15 heridos a los casi cien ocupantes