El Lute, el quinqui más buscado
Una joyería, un escaparate roto y una huida precipitada. Era el sencillo plan con el que tres modestos quinquis (nómadas dedicados a la quincallería, también llamados mercheros) pretendían dar un buen golpe en Madrid el 5 de mayo de 1965. Uno de ellos era Eleuterio Sánchez, que, involuntariamente, iba a erigirse en el delincuente más temido de la época. Se llevaron 120.000 pesetas, pero en su fuga asesinaron al vigilante del local, y la policía fue a por ellos. El Lute, apodo por el que pronto se le conocería en toda España, resultó condenado a muerte en un juicio sumarísimo el 28 de mayo, aunque la pena sería conmutada por una larga condena. Él no se iba a resignar, y sus continuos intentos de fuga lo convertirían en un mito. El español medio vio en el Lute el símbolo de una amenazante delincuencia, y eso justificaría la mano dura del franquismo. /