Compañía virtual contra la demencia
Una de las primeras cosas que hizo Olga Rodríguez cuando se enteró de la decisión del Gobierno de confinar a la población para frenar el coronavirus fue pedir prestada a un amigo que tiene un gimnasio una bicicleta estática para su padre Narcís, de 69 años. Diagnosticado hace cuatro de parálisis supranuclear progresiva, una enfermedad neurodegenerativa que, entre otras afectaciones, provoca problemas de movilidad, en el equilibrio y en habla y rigidez facial, Olga no quería que retrocediera en sus habilidades psicomotoras. Tampoco la Fundació Catalunya-la Pedrera que inició un servicio de acompañamiento a distancia para personas con deterioro cognitivo leve y moderado que participaban en el programa de refuerzo y estimulación de la memoria y salud (Rems) de la entidad, surgido en el 2013.
Narcís Rodríguez era uno de los 1.350 participantes que de un día para otro se quedaron sin poder asistir a ninguno de los 23 espacios sociales que la fundación tiene repartidos por Catalunya, cerrados el 13 de marzo. Un lugar donde los mayores realizaban actividades físicas, cognitivas, musicales o creativas con un objetivo: mantener su autonomía el máximo tiempo posible y retrasar su deterioro.
Las sedes físicas cerraron, pero se creó una virtual. El programa Rems a distancia es una iniciativa que utiliza las nuevas tecnologías y el contacto telefónico, ya sea mediante llamadas, videollamadas o mensajería instantánea para dar pautas psicológicas, emocionales y físicas a los participantes.
En el espacio virtual han colgado más de un centenar de vídeos con actividades y rutinas impartidas por profesionales de la fundación que incluyen desde ejercicios de cálculo, memoria o lenguaje; pasando por tablas de psicomotricidad para mantener el del tono muscular, la flexibilidad y la coordinación pero también propuestas musicales o hasta de cocina. Cada semana se propone a los participantes la elaboración de una receta con alimentos y productos de temporada.
“Cuando las personas con demencia dejan de realizar una actividad es muy difícil que la recuperen, debíamos hacer lo posible para que mantuvieran sus hábitos y rutinas”, explica Mònica Duaigües, responsable del programa Rems a distancia.
Más de 1.200 personas participan en el programa a distancia de refuerzo de la memoria de la fundación
Cada semana los más de 1.200 participantes y sus familias que se han sumado a esta iniciativa (abierta a cualquier persona interesada) reciben la llamada de su referente, una psicóloga o neuropsicóloga que les asesora en las pautas a seguir en su día a día. La psicóloga Anna Reig, una de las gestoras del programa, referente de Narcís, destaca sus avances en el andar, pero también sus dificultades desde el punto de vista emocional para encajar la situación. “Si para alguien sano el confinamiento ha sido duro, para personas con demencia, mucho más”, dice Duaigües.