El Gobierno trata de apaciguar a la CEOE y resucitar el diálogo social
Después de la polvareda por el acuerdo de PSOE y Unidas Podemos con Bildu sobre la derogación de la reforma laboral de Rajoy, el Gobierno se esforzó ayer en reconducir su maltrecha relación con la patronal y, de paso, rebajar la tensión con los sindicatos. La ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, aseguró que la negociación con las organizaciones empresariales y sindicales “es más importante que nunca”. Asimismo, Montero recalcó que “la negociación de todas las cuestiones laborales que tenemos en nuestra hoja de ruta” se producirá “en el marco del diálogo social”.
También recordó que la negociación con los agentes sociales es crucial para el acuerdo de la reconstrucción y, en general, el proceso de desescalada. Montero no dudó en apelar a la “responsabilidad” del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, asegurando que, sin la participación de los representantes de los empresarios, “es imposible construir un proyecto para España y transitar esta situación provocada por la pandemia”. Sobre Garamendi, llegó a decir que el líder de la patronal “no es un patriota de boquilla”, y defiende el “legítimo interés” de las empresas.
Preguntada por las divergencias expuestas entre los vicepresidentes Pablo Iglesias y Nadia Calviño en las últimas horas por la reforma laboral, la portavoz se sumó a la posición defendida desde hace tiempo por la también ministra de Asuntos Económicos, al apostar por un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Montero se remitió además al acuerdo programático de la coalición.
Después de que el jueves Garamendi anunciara que la patronal se levantaba de las mesas de negociación del Gobierno, ayer se visibilizó la decisión con la ausencia de ATA. La asociación de autónomos, integrada en la CEOE, no participó en la mesa
sectorial convocada por el departamento de Yolanda Díaz.
En todo caso, apuntan desde fuentes gubernamentales y sindicales, aunque es muy probable que los representantes de los empresarios sigan expresando su enfado, confían en que se reincorporarán pronto a la negociación porque han de tratar cómo extender los ERTE más allá del 30 de junio. La primera reunión no protocolaria de la comisión tripartita está convocada para el próximo miércoles y en ella debe comenzarse a discutir si sectores como la hostelería se seguirán beneficiando de la cobertura de los ERTE vinculados a la Covid-19 y en qué condiciones.
Ayer, el presidente de la CEOE continuó mostrando en público el malestar de la patronal. Garamendi insistió en la Cope sobre las graves consecuencias que implicaría la derogación de la reforma laboral. “No son conscientes de lo que están hablando, porque en muchos casos algunos no han visto una empresa en su vida”, se quejó. En las actuales circunstancias, alertó, una decisión de este calado puede provocar que muchos expedientes temporales de regulación de empleo acaben en despidos colectivos.
Por su parte, el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez-llibre, admitió que, si el Ejecutivo los convoca para hablar de la reactivación de la economía, “nos reuniremos”. En todo caso, resaltó que ha sido el Gobierno el que “ha echado unilateralmente” a los empresarios de la mesa del diálogo social. El anuncio sobre la reforma laboral, insistió, “ha roto la confianza” y “generado alarma” entre el empresariado.
La ministra portavoz asegura que “todas” las medidas laborales se negociarán con patronal y sindicatos