El cazador tardío

La semilla de este intenso thriller es una crónica de la lucha policial contra ETA escrita junto al entonces director de gabinete del Ministerio del Interior, Pedro Gómez de la Serna. Gabo, el protagonista , se retiró hace años y este fue su viaje personal, sentimental y ético de él y de sus compañeros. Del tránsito de aquellos chicos egresados de la escuela de policía –Cata, aquella inolvidable “tronca” (de la primera promoción femenina), Javi, el Dandy– a la vida adulta y su serie de desengaños. Todos los personajes, Gabo incluido, son la esencia de lo que el autor conoció. Y todos ellos con el paso de los años, las vigilancias, los seguimientos, los trabajos de infiltrados y las horas sin dormir cedieron paso a otra persona distinta. Solos, obsesionados con lo que Gabo llama “la fijación”.

En su caso, esa fijación, esa ballena blanca que se le escabulló reiteradas veces en el pasado, se llama Harri. Lo conoce desde que era muy joven y fue ascendiendo hasta convertirse en un alto dirigente etarra. Ahora está en Madrid.

Entonces vuelve el acecho, pero esta vez con la memoria detrás, los compañeros muertos, los policías que abandonaron el ruedo para entrar en las filas de la alta burocracia, o quemados y erráticos gracias a años de una tarea donde poco o ningún mérito se reconocía. De las primeras acciones con bombas molotov al asesinato de Miguel Ángel Blanco, del atentado a la casa cuartel a la guerra sucia: décadas de muerte sistemática.

Dice este minucioso y documentado escritor que la novela Patria es una obra maestra que ha abierto las puertas a nuevos relatos. En la obra de Aramburu, la narración nace de los orígenes y gestación del terrorismo vasco. Esta historia en cambio emerge del testimonio de los que no siempre fueron considerados defensores de la gente, y está cargada de material de altísimo interés. Merece atención el procedimiento para desmantelar el comando Madrid, o para seguir a una mujer intachable y colaboradora de la banda.

En una terraza de un hotel de Madrid (ciudad que recrea en los años cuarenta en la anterior novela Las cenizas de la inocencia), un tipo que eludió la justicia, que rehizo su vida en otras tierras, que tiene buenos tratos con el narcotráfico, se emborracha. Y su veterano cazador, que lo perdió todo por esa bazofia, aguarda .|

Fernando Benzo Nunca fuimos héroes PLANETA. 412 PÁGINAS. 21,90 EUROS. E-BOOK 8,99 EUROS