El Jardí dels Tarongers retoma la programación de clásica el 19 junio
Empiezan a reactivarse las programaciones de música clásica, por lo menos en formato cámara, que es a estas alturas lo único posible según las fases de desescalada por el coronavirus. El festival Jardí dels Tarongers, que se celebra en primavera y verano en la Casa Bartomeu de Pedralbes, en Barcelona, y que reabrió en el 2014 gracias a la Associació Jardí dels Tarongers y el Consell Català de la Música, propone conciertos a partir del 19 de junio.
“Lo haremos en el espacio de los jardines para poder cumplir con las normas de las disposiciones actuales sobre la pandemia, ya que ahí tenemos una capacidad para más de 400 personas y por lo tanto podremos recibir hasta 200 personas de público con la seguridad exigida”, dice Josep Maria Busquets, promotor cultural que preside el Consell Català de la Música.
Los orígenes de esta iniciativa hay que buscarlos a mediados del siglo XX, cuando Barcelona todavía no había tenido tiempo de reiniciar la vida cultural y Josep Bartomeu, melómano y mecenas musical, puso a disposición de la ciudadanía el Jardí dels Tarongers, “una oferta equiparable a las mejores salas de conciertos de Europa de aquel tiempo”. “Los que nos lo podemos organizar tenemos que evitar que la ciudad quede huérfano de actividades musicales en la medida del posible”, añade Busquets.
La programación, que quiere ser también mostrador de jóvenes intérpretes, es la que estaba prevista pero suprimiendo espectáculos con corales u orquesta. Arrancará el 19 de junio con el Quintet Quatre + 1, formado por músicos de la Orquestra Simfònica Julià Carbonell de las Tierras de Lleida, con un programa que titulan Entre danzas y que incluye música de Agay, Mancini, Bizet, Granados, Albéniz o Toldrà.
La flautista Elisabeth Franch y el compositor y pianista Albert Ginovart protagonizarán el concierto del 26 de junio, con sonatas del propio Guinovart y de César Frank. Le seguirá el Moana Quartet, una formación nacida en el Conservatori del Liceu el año 2013 y que se perfeccionó con el cellista Arnau Tomàs del Cuarteto Casals. Abordan
. tanto repertorio clásico como contemporáneo, de forma que tocarán desde Boccherini hasta Philip Glass pasando por Chaikovski, Ravel, Dvorak, Shostakóvich y el Concerto
Palladio de Karl Jenkins (3 de julio). La semana siguiente, día 10, actuará el dúo de cello y violín Marta Pons y Òscar Vilaprinyó, con un programa que incluye las 4 invenciones para dos voces de Bach. Y el 24 se representará La bohème de Puccini en versión semiescenificada y con la soprano Núria Vila (Mimì), el tenor Facundo Muñoz (Rodolfo) como protagonistas.
Todo eso con uso obligatorio de mascarilla durante el concierto, desinfección de manos en la entrada, distanciamiento físico, ausencia de programas de mano y desinfección antes y después del concierto. “De momento no habrá copa de cava al acabar”, advierten. El festival sigue en septiembre, con el piano de Joan Ramon Company, el Quartet Vela, el Trio Blanchard y, en octubre, la pianista Sabina Martínez o el barítono Xavier Fernández.