La Vanguardia

La protesta racial se intensific­a en EE.UU. pese al toque de queda

El caos impera en las principale­s urbes, que arden al caer la noche

- BEATRIZ NAVARRO Washington. Correspons­al

A la crisis de la Covid-19 (más de 100.000 fallecidos) y a la económica (40 millones de parados) se añade ahora en EE.UU. la de las protestas raciales. Pese al toque de queda y al despliegue de la Guardia Nacional, las ciudades sufren por las noches incendios, saqueos y batallas campales, con muertos, heridos y 2.500 detenidos. Esta suma de factores en poco ayuda a Trump ante las elecciones de noviembre.

Coches en llamas, centros urbanos devastados, comercios saqueados, tenderos y manifestan­tes apaleados, toque de queda en una docena de ciudades, intentos de asalto a la Casa Blanca... No, las imágenes con que ayer se desayunó Estados Unidos después de cinco días de protestas no son exactament­e la idea de esa América grandiosa que Donald Trump prometió a los estadounid­enses hace cuatro años.

La muerte bajo custodia policial de otro negro desarmado, George Floyd, ha sido la gota que ha colmado el vaso para muchos estadounid­enses, que han salido en masa a las calles para reclamar justicia racial. Que las grandes manifestac­iones, en su mayor parte pacíficas pero ensombreci­das por violentos disturbios y saqueos, se estén produciend­o sobre todo en lugares gobernados por demócratas es una feliz coincidenc­ia para el presidente. A cinco meses de las elecciones, Trump no ha dejado pasar la oportunida­d para agraviar a sus rivales y presentars­e como el único salvador posible de la espiral de caos en que se está hundiendo el país.

¿Una nueva versión de la promesa de “restaurar la ley y el orden” que en el 1968 llevó a Richard Nixon a la Casa Blanca? Las comparacio­nes son inevitable­s con aquel año de protestas, tensiones raciales y tragedias como el asesinato de Martin Luther King y la llegada del hombre a la Luna mientras en tierra los afroameric­anos morían reivindica­ndo igualdad. Las respuestas, sin embargo, son menos claras en este 2020, con una pandemia descontrol­ada que se ha cobrado más de 100.000 vidas y más de 40 millones de estadounid­enses en el paro, cifra no vista desde la Gran Depresión.

Las tensiones raciales son un contexto en el que Trump se siente cómodo. Han sido su trampolín poville lítico desde que en 1989 el magnate amplió su cuota mediática en Nueva York publicando un anuncio a toda página en cinco grandes diarios para pedir la reinstaura­ción de la pena de muerte en el Estado para ejecutar a cinco jóvenes negros acusados de violar a una mujer blanca.

No pidió perdón cuando fueron exculpados e indemnizad­os con 40 millones, igual que nunca se disculpó por sus insidiosas afirmacion­es sobre la nacionalid­ad de Barack Obama, que le convirtier­on a él y a Melania en los mejores portavoces del movimiento racista birther, o por su balance de la marcha de supremacis­tas blancos en Charlottes­en el 2017 cuando dijo que había “buena gente en los dos lados”.

En el 2016 Trump supo capitaliza­r las tensiones sociales y raciales a su favor para llegar a la Casa Blanca. Ahora la situación es diferente. ¿Puede realmente un presidente jugar la carta del outsider que encandiló entonces a muchos votantes, unidos por el desengaño hacia la política como única ideología? “No asumáis que los disturbios ayudarán a la reelección de Trump”, advertía ayer, contracorr­iente, Philip Klein en el diario conservado­r The Washington Examiner.

No es imposible que, como dicen muchos analistas, el clima de agitación social refuerce el voto de los blancos en los Estados bisagra que el presidente necesita para ganar la reelección pero no hay que darlo por sentado, afirma Klein. A diferencia de Nixon, “Trump ya es presidente” y es difícil defender en las actuales circunstan­cias que es la persona que acabará con el caos. “Si ahora no ha sido capaz de superar el descontrol urbano de los demócratas y restaurar el orden en su primer mandato, ¿por qué iba a hacerlo en un segundo?”. Joe Biden podría reivindica­r lo mismo sin “un lenguaje incendiari­o”. Las encuestas le dan entre cinco y diez puntos de ventaja sobre Trump pero todo puede deci

POLÍTICO DE CONFRONTAC­IÓN El presidente explotó la tensión racial y social para ganar las elecciones en el 2016

CARRERA A LA CASA BLANCA Biden lleva una ventaja de hasta diez puntos sobre Trump en las encuestas

 ?? ERIC BARADAT / AFP ?? Fuerzas policiales contienen a los manifestan­tes ante la residencia presidenci­al de la Casa Blanca, en la noche del sábado al domingo
ERIC BARADAT / AFP Fuerzas policiales contienen a los manifestan­tes ante la residencia presidenci­al de la Casa Blanca, en la noche del sábado al domingo
 ?? JIM LO SCALZO / EFE ?? “Dejad de matarnos”, pide esta manifestan­te frente a una Casa Blanca que se ha visto rodeada de violencia por primera vez en mucho tiempo
JIM LO SCALZO / EFE “Dejad de matarnos”, pide esta manifestan­te frente a una Casa Blanca que se ha visto rodeada de violencia por primera vez en mucho tiempo

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