Sectores del PDECAT también piden que se frene la Agència de la Natura
La proposición de ley que creará la Agència de la Natura, que debe votarse en el Parlament el día 17 de junio, está provocando una revuelta de los sectores rurales en Catalunya. La protesta ha sido promovida por la propiedad forestal y sectores agrarios, contrarios al nuevo organismo que se deberá encargar de la conservación de la naturaleza en territorio catalán. La Agència está provocando fuertes reacciones en contra en amplios sectores de ERC. Las disensiones incluso están alcanzando al ámbito local del PDECAT, hasta ahora más monolítico.
“Discrepamos sobre la forma en que se está promoviendo la Agència y de sus funciones; el territorio no está bien representado”, censura Albert Rovira Rovira, alcalde de Fogars de Montclús (Jxcat), en el Montseny-guilleries, quien propone reiniciar este debate para que en el órgano de gobierno de la Agència tenga una representación paritaria el “territorio” (ayuntamientos y sectores agroforestales).
Rovira asume los argumentos de la oposición a la Agència, que se han extendido como un reguero de pólvora, y no ve contradictorio que él sea crítico con un plan que impulsa su propia formación en el Parlament (en un pacto junto a ERC, PSC y comunes). “Esto no va de partido, sino de territorio. He dicho al conseller (Damià Dalvet) que me debo a mis vecinos y a mi pueblo”, suelta el alcalde de Fogars de Montclús (municipio de 450 habitantes).
La protesta contra la Agència fue promovida por los propietarios forestales (Consorcio Forestal de Catalunya, Boscat...) pero se ha ido extendiendo. El nuevo organismo nacerá con la finalidad de planificar y gestionar los espacios naturales protegidos. Recibirá las funciones de la dirección general de Polítiques Ambientals i Medi Natural (para mejorar su funcionamiento y su financiación). Los bosques privados seguirán bajo competencia del Departament d’agricultura, pero los dueños de estas fincas auguran que la Agència ejercerá un control con criterios de conservacionismo a ultranza sobre sus bosques. “Necesitamos un Montseny vivo. Está muy bien los usos recreativos del bosque. Pero talar un árbol no es un crimen. No estamos deforestando la Amazonia. Se hace una explotación sostenible”, se defiende Rovira. Este argumentario es repetido por quienes presentan la Agència como una imposición del mundo urbanita barcelonés frente al territori, que necesita librarse de corsés ecologistas para su desarrollo.
El rechazo es mucho más fuerte en ERC. El consejo comarcal del Pallars
Sobirà, con el impulso de los republicanos, aprobó hace días un acuerdo que pide que se paralice la iniciativa parlamentaria. “Algo que es tan decisivo para las comarcas, y no solo las de los Pirineos, no puede ser aprobado sin información al territorio y sin que este pueda presentar sus propuestas”, dice Carles Isús (Fem Municipi/erc), presidente de ese consejo comarcal. El diputado David Cid (comunes) atribuyó la actitud de ERC a la “batalla infinita” de este partido por ganarse el apoyo de sectores hasta ahora próximos al mundo posconvergente.
A la Agència se han opuesto el consejo comarcal del Pallars Sobirà, Foment o la Diputación de Lleida (con una moción apoyada por PSC, ERC, Cs y UA, y en la que Jxcat se abstuvo). Narcís Clara (diputado posconvergente) garantizó el decidido apoyo de su grupo a la proposición de ley, que cuenta con el respaldo de la Unió de Pagesos y más de 100 grupos ecologistas .
El Pallars Sobirà, con apoyo de ERC, y la Diputación de Lleida, gracias al PSC, se manifiestan en contra