“La Rambla tiene que ser una oportunidad”
El presidente de Amics de la Rambla, Fermín Villar, reflexiona sobre cómo la Boqueria vuelve a ser un mercado de barrio, de la transformación de un paseo que ha dejado de estar lleno de turistas y del que defiende su papel como punta de lanza de la recuperación.
¿Cómo afrontar esta crisis?
Con decisión e inversión. La caída de facturación afecta a las empresas, comercios, restauración y de rebote a los trabajadores. Hay que buscar la manera de reactivar la actividad. Y tomárselo en serio. Se le había pedido al Ayuntamiento agilidad con las licencias de terrazas. Hay mucha gente que no se puede permitir esperar.
¿El papel de la Rambla?
La Rambla ha de ser una oportunidad. Mucha gente no va a tener clientela si no cambia de público objetivo, pero tampoco puede esperar los volúmenes del turismo. Vamos a resituarnos en todos los sentidos. Pero la Rambla tiene un patrimonio tanto material como inmaterial que mucha gente desconoce o que lo daba por perdido.
¿Por ejemplo?
Las personas de 30 años para abajo.
Aquí tenemos un potencial como ciudad: explicar lo que es Barcelona a los que han nacido en época en la que la ciudad ya era turística. Ahora tienen oportunidad de redescubrir una Barcelona que se creía que ya era sólo para el extranjero. Pero tenemos que conseguir que sea interesante.
¿Cómo hacerlo?
Desde Amics de la Rambla hemos propuesto al Ayuntamiento trabajar conjuntamente como hacemos con el Tast de la Rambla, la feria gastronómica. Para hacer colaboraciones puntuales de promoción cultural, de ocio, para que los ciudadanos de Barcelona y alrededores puedan hacer de turistas en la Rambla. El Ayuntamiento tiene capacidad de financiación y de comunicación que nosotros no tenemos. Nosotros tenemos la agilidad propia del comerciante, los contactos para poner a gente de acuerdo y ofrecer paquetes interesantes.