Un impuesto gravará los envases de plástico para reducir su uso
El Gobierno espera recaudar más de 700 millones de euros al año
La ofensiva contra los plásticos de un solo uso se amplía con un nuevo frente. El anteproyecto de ley de Residuos aprobado por el Gobierno establece un impuesto específico para reducir los envases no reutilizables. El documento iniciará ahora una fase de consultas antes de obtener la luz verde como proyecto de ley y ser remitido al Congreso para su aprobación. Podría entrar en vigor a finales de este año o en el primer trimestre del 2021.
El impuesto a los envases de plástico no reutilizable será de carácter indirecto y recaerá sobre la fabricación, importación o adquisición intracomunitaria de envases de plástico no reutilizables que vayan a ser comercializados en el mercado español. Todo indica, por tanto, que en última instancia repercutirá sobre el consumidor.
Teresa Ribera, vicepresidenta segunda y ministra para la Transición Ecológica, justifica la decisión de aplicar el impuesto en el bajo nivel de fiscalidad ambiental en España y en las dificultades de gestión de los plásticos. “Necesitamos internalizar estos costes”, declaró en alusión a los que causa el impacto ambiental de estos materiales.
Se trata de un impuesto similar al que se pretende implantar en otros países de nuestro entorno como el Reino Unido o Italia. El tipo impositivo será de 0,45 euros por kilogramo de envase.
La implantación de esta nueva fide gura tributaria responde a las recomendaciones realizadas por la CE, que en numerosos informes ha señalado que España emplea muy poco el instrumento de la fiscalidad verde. España ocupa el quinto puesto de la UE en cuanto al porcentaje más bajo de ingresos por fiscalidad ambiental (datos comparativos respecto al PIB). Los ingresos derivados de este tipo supusieron apenas el 1,83% del PIB, frente a una media de la UE del 2,4% en el 2017. Se espera una recaudación de al menos 724 millones de euros (estimación para el año 2017).
Por otra parte, la obligación de que bares y restaurantes ofrezcan agua del grifo gratis (para reducir el consumo de envases de agua embotellada) entrará en vigor tan pronto como se apruebe la ley de Residuos. Así lo indicó la vicepresidenta Ribera. “La medida será bien acogida, la calidad del agua en los territorios de España es buena. Así nos ahorraremos un alto porcentaje de envases que tienen difícil gestión”, añadió.
El anteproyecto de ley señala que, a partir del 3 de julio del 2021, quedaría prohibida la introducción en el mercado de diversos plásticos un solo uso: bastoncillos de algodón (excepto para uso sanitarios), cubiertos (tenedores, cuchillos, cucharas, palillos); platos, cañitas y agitadores de bebidas y palos de globos, así como recipientes y vasos para alimentos y bebidas hechos de poliestireno.
Asimismo, se debe conseguir una reducción del comercio de vasos y recipientes para alimentos (para consumo inmediato, sin preparación posterior o comida rápida) del 50% en el 2026 y del 70% en el 2030 (siempre respecto al 2022).
En relación a las botellas de plástico, los objetivos de recogida separada tienen dos horizontes temporales: en el 2025 se deben recoger selectivamente el 77% en peso respecto al introducido en el mercado, y en el 2029, el 90%. Por ahora no hay plan para implantar el sistema de depósito, devolución y retorno de envases al comercio para ampliar las tasas de recuperación. Pero numerosos expertos –o el Àrea Metropolitana de Barcelona– creen que se deberá echar mano a esta fórmula para alcanzar las exigencias europeas. El diputado de Unidas Juantxo Lopez Uralde lo solicitó ayer mismo.
La obligación de instaurar la recogida de la materia orgánica doméstica se adelanta a 31 de diciembre del 2022 para los municipios de más de 5.000 habitantes y a 31 de diciembre del 2023 para el resto. En Catalunya esta norma ya rige desde 1993. Por su parte, los materiales textiles deberán tener una recogida separada antes del 31 de diciembre del 2024.
Bastoncitos de algodón, platos, cubiertos o cañitas de plástico quedarán desterrados en un año