Las bolsas anticipan una rápida recuperación de la economía
Wall Street borra casi todas las pérdidas y el Ibex remonta un 30% desde mínimos
Las bolsas en todo el mundo han recuperado la mayor parte de las pérdidas que sufrieron por el colapso económico a causa del coronavirus. El Ibex ya ha remontado un 30% desde su punto de partida, y Wall Street ya casi ha borrado las pérdidas. Mientras algunos expertos creen que las bolsas están anticipando una rápida recuperación, otros alertan sobre este vertiginoso ascenso.
La que se definió como la peor recesión en 90 años provocó entre febrero y marzo pasados el primer crac bursátil global sincronizado y a la vez el más fulgurante de la historia, con caídas de los principales índices del planeta superiores al 40%. Era poco menos que el fin del capitalismo, la antesala de una nueva era en la que todo iba a ser diferente.
Dos meses después, en plena fase de reapertura de todas las economías, los daños son elevadísimos, con grandes quiebras de empresas, rescates millonarios de compañías estratégicas en muchos países y millones de personas más en el paro. Además, las previsiones apuntan a un cierre del segundo trimestre con caídas del crecimiento de un 4% y un 6% en China y Japón, respectivamente, y de entre un 15% y un 20% en Estados Unidos, Francia, Italia y España.
Sin embargo, desde que tocaran fondo a finales de marzo, las bolsas empezaron a subir y esta semana –coincidiendo con la aprobación de un nuevo paquete de estímulos por parte del BCE– han confirmado su recuperación. En Wall Street, el Nasdaq está de nuevo en máximos históricos, tocando los 10.000 puntos, 3.000 más que hace dos meses. Y lo mismo sucede con el índice más representativo, el S&P 500, que ha vivido su mayor rally de la historia. O el Dow Jones, que ha rebotado casi un 50%.
Europa va algo más rezagada y solo el DAX alemán está próximo a enjugar todo lo perdido. Aún así, las bolsas de España, Francia e Italia –los tres países de la eurozona más golpeados por la pandemia– han subido más de un 30% desde los niveles mínimos de marzo. ¿Está justificado este movimiento? Ramón Forcada, estratega jefe de Bankinter, avisa: “¡Cuidado con el mal de altura! El problema no es dónde hemos llegado, sino la velocidad”.
En efecto, la subida ha sido muy rápida y ha tenido, fundamentalmente, dos propulsores. En primer lugar, la evolución de la propia pandemia tras el confinamiento y el cierre de fronteras y de buena parte de la actividad ha dado paso a la desescalada y la reapertura. Existe un mañana que ya asoma hoy y eso cotiza al alza. En segundo término, los bancos centrales han proporcionado la gasolina que mantiene viva la llama de los mercados.
Se trata, como califica Roberto Scholtes, director de estrategia de UBS, de “las políticas monetarias y fiscales más expansivas de la historia”. La Reserva Federal ha duplicado el tamaño de su balance desde el pasado octubre hasta situarlo hoy en los 7,2 billones de dólares. El BCE, por su parte, va más lento, pero ya ha inyectado un billón de euros en la economía y sus activos rondan los 5,7 billones, el 47% del PIB de la eurozona. “Las bolsas pueden dispararse cuando arranca un ciclo y hay mucha liquidez sin invertir, adelantándose a varios años de recuperación de los beneficios”, continúa Scholtes.
Las cotizaciones actuales, medidas en relación a los beneficios
UN MUNDO, DOS VISIONES
El PIB mundial tocará fondo en este trimestre, que apunta al mejor de la historia en bolsa
AVISO A NAVEGANTES
Los expertos dicen que el gran peligro no es dónde está la bolsa, sino lo rápido que ha subido
esperados de las empresas de todo el mundo este año, están carísimas: han pasado de un PER –la relación entre el precio y el beneficio– de 14 veces en marzo a las 20 veces de ahora. Pero, ahora, las referencias son otras.
“En estos momentos de cambios tan bruscos, las ratios pierden validez y es preferible fijarse en los balances de las compañías para ver su capacidad de generar beneficios en el futuro”, explica el departamento de análisis de Trea. En la pasada crisis financiera, el PER del índice S&P 500 rondaba las 150 veces en marzo del 2009, lo que constituía –si no se tenía en cuenta nada más– una auténtica locura comprar.
Desde ese punto de vista, la mayoría de los índices mundiales están ahora mismo a niveles prohibitivos. Las referencias hay que buscarlas más lejos, en el 2021 o el 2022, lo que las convierte también en más inciertas. ¿Quién sabe cómo será el próximo año? ¿Habrá rebrotes importantes del coronavirus? ¿Estará Trump en la Casa Blanca y habrá acabado la guerra comercial?
Gonzalo Lardiés, gestor de fondos en Andbank, lo deja claro: “El mercado vive de expectativas y lo que descuenta ahora mismo es que lo peor ha quedado atrás, pero luego ya veremos si está en lo cierto o no; si durante el verano aparecen las dudas, asistiremos a un retorno de la volatilidad en las bolsas”. Hoy, Wall Street tiene mucha más alegría que Main Street –el mundo real–, donde la economía le duele todavía a muchas personas y empresas. Los optimistas tienen en la bolsa un ancla para su esperanza.