Solidaridad y confinación
Durante la confinación, la comunidad de vecinos a la que pertenezco se enfocó en crear un grupo de Whatsapp con sus 38 vecinos, mayormente desconocidos, para disponer de un instrumento que permitiera comunicarnos, prestar ayuda, proteger a quienes vivían solos, tenían enfermos o necesitaban sentirse arropados.
Se clasificaron los vecinos por grupos de riesgo y cada día se les controlaba y asistía. Se crearon, además, equipos para atender emergencias, ayudas varias, reparaciones urgentes y operaciones especiales. Se afrontaron momentos dolorosos, pero el buen humor y la ironía nos ayudaron a llegar a nuestra particular desescalada.
La experiencia fue apasionante, agradecida, y surgieron lazos de amistad virtual. Quedó patente que cuando se trabaja con un objetivo de ayuda en común, la generosidad está siempre presente.
Josep Pagès Martí
Barcelona