Emociones por medio mundo
Bérengère Bianconi no ha dejado de volar en ningún momento durante la pandemia, pues trabaja como sobrecargo en Privilege Style, la única aerolínea de pasaje española que no ha hecho ningún Erte. Dedicada a la realización de vuelos a la carta, muchos de los viajes de esta aerolínea durante las últimas semanas han sido memorables, tanto para los pasajeros como para sus tripulantes.
“Hemos recorrido medio mundo y hemos visto muchas emociones en los ojos y tras las máscaras de los viajeros. También tras las de nuestros compañeros”, comenta desde Madrid en uno de sus días de descanso. Bianconi recuerda con cariño algunos vuelos de repatriación de religiosos estadounidenses desde diferentes puntos de África. En estos les regalaron canciones como agradecimiento antes de aterrizar en California.
También recuerda las exigencias del Gobierno de Pakistán en los vuelos en que cientos de estudiantes de ese país regresaban desde Estados Unidos. “Se nos exigió llevar más protección de la convencional, tomar la temperatura a los viajeros cada dos horas y ser especialmente escrupulosos con la higiene de sus manos”, indica.
Bianconi también ha visto vidas que se quedaban atrás a partir del embarque en uno de sus aviones, llevando por ejemplo a trabajadores noruegos de vuelta a casa junto a sus familias desde lugares muy remotos relacionados con el petróleo. Personas que dejan atrás vidas y proyectos de años. “Algunos te cuentan sus historias: esta pandemia les ha cambiado la vida y no saben cuándo volverán a ella. Otros permanecen en silencio durante todo el viaje. Saben que salir es lo que tienen que hacer por más que les cueste”, reconoce.
La sobrecargo de Privilege también reconoce que se viven muchas emociones internamente a bordo. “Estamos acostumbrados a realizar todo tipo de vuelos a la carta, aunque esta situación global es inédita: tienes que animarte, animar a tus compañeros y al pasaje, que es nuestra misión en momentos tan duros y extraños”, indica, mientras muestra una foto suya en la puerta de uno de los aviones con el fuselaje decorado con la reproducciones de dibujos que los hijos de los empleados han regalado a sus padres estos días.
“Trabajo en una compañía muy singular en todos los aspectos: nuestro jefe, Chema, tiene el mismo nivel de exigencia por la seguridad, como de obsesión porque estemos bien a todos los niveles”, reconoce. A finales de enero, Privilege estableció un protocolo para el Covid que entonces pudo parecer hasta exagerado. No lo era. “Nos adelantamos y aquí seguimos volando rumbo a la normalidad con muchas ganas”, concluye.