Terminales sin bienvenidas ni acompañantes
El ambiente de las terminales aeroportuarias cambiará en los próximos meses: no veremos abrazos de despedida frente a los controles de seguridad ni tampoco seremos testigos involuntarios de la alegría de los reencuentros en las áreas de llegadas. EASA, la Agencia Europea de Seguridad Aérea, publicó la semana pasada un informe de 28 páginas a modo de libro de ruta para afrontar la vuelta a cierta normalidad en aviones y aeropuertos con la pandemia más controlada.
Además de la ausencia de acompañantes para los viajeros aéreos, EASA incide en cumplir, hasta que sea necesario, con otras recomendaciones para tener a raya la transmisión del virus: ahora encontraremos geles e hidroalcoholes desinfectantes por todas partes, la mascarilla será obligatoria hasta nueva orden y las salas de embarque, pasillos y otras áreas de las terminales tendrán un nueva señalética específica y exhaustiva recordando zonas de paso o limitación de asientos.
Los carteles y anuncios sonoros también insistirán en las medidas de higiene y seguridad que se exige tanto a la instalación como a sus usuarios, ya sean viajeros o trabajadores del aeropuerto o de aerolíneas. Semanas antes de que la agencia europea presentase este informe, Aena, gestora del grueso de los aeropuertos y helipuertos comerciales de España ya montó el GRO, Grupo de Recuperación Operativa, cuyas propuestas coinciden con el informe que llegó desde Europa.
Para las compañías aéreas también hay recomendaciones al margen de la obligatoriedad de llevar máscaras de protección y se les conmina a procurar en lo posible que haya un mayor espacio entre pasajeros, aunque esto no es una obligación si los aviones llevan más de un 66% de ocupación, pues las aerolíneas y fabricantes de aviones defendieron que gracias a una serie de filtros y el diseño de los circuitos de ventilación hacen que la circulación de aire dentro de las aeronaves minimice al extremo la posibilidad de un contagio si se cumple con los protocolos.