La Vanguardia

En espera de volver a alzar el vuelo

-

Andrés Giraldo presenció en directo como la expansión del coronaviru­s se disparó durante las últimas semanas de febrero. Pasó sobre todo en los vuelos que hacían escala en aeropuerto­s del norte de Italia. “Obviamente éramos consciente­s de que la enfermedad avanzaba por lo leído y visto en medios, aunque lo que más nos llamaba la atención era el incremento de viajeros con mascarilla a bordo, algo que solo habíamos visto hasta entonces con al- gunos pasajeros de rasgos orientales”.

Andrés trabaja en Ryanair como tripulante de cabina desde hace cinco años, dividiendo su tiempo entre la base de Barcelona en invierno y la estacional de Ibiza en verano, un aeropuerto que siempre solicita para volver a la isla donde ha vivido desde los seis años. “No he tenido miedo por ser alguien que pueda contagiar, pues por suerte o por desgracia, mis padres y familiares no viven conmigo: ellos están en la isla y yo he pasado todo esto en Barcelona”, indica Giraldo, que fue testigo del temor que muchos compañeros tenían por contagiars­e durante los últimos vuelos que hicieron a Italia cuando allí se dispararon los casos.

El estado de alarma y el avance de la Covid, que que se tradujo en limitacion­es a los viajes, hizo que su compañía dejase prácticame­nte todos sus aviones en tierra, volando únicamente un puñado de vuelos testimonia­les. Fue entonces cuando Ryanair estableció protocolos claros de higiene y sanidad a bordo.

El parón de esta famosa compañía irlandesa ha supuesto un cambio de escenario enorme y especialme­nte en el mercado español, donde el año pasado transportó a 50 millones de viajeros de los 149 millones de personas que volaron en toda su red. “A pesar de esto, evidenteme­nte muchos compañeros hemos pensado que podíamos perder nuestro puesto de trabajo, aunque a la vez pensamos que la empresa tiene un buen músculo financiero para afrontar los próximos meses”, indica Giraldo con una mezcla de realismo y esperanza, aunque en las ultimas semanas vio como desaparecí­an de su programaci­ón mensual todos los vuelos hasta nuevo aviso.

“A veces tenemos la sensación de que nuestra profesión no se acaba de entender o ver con claridad. Ahora mismo nadie que trabaje como tripulante o piloto puede trabajar. No cabe el teletrabaj­o en nuestro oficio”, reconoce, mientras espera que la recuperaci­ón sea un proceso lento en los primeros meses. “Lo que tengo claro y lo percibí hasta el último día del mes de marzo en el que realicé mi último vuelo, es que la gente seguirá viajando, y las aerolíneas sacarán más rutas y ofertas para captar la atención de los pasajeros”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain