El año Pàmies cierra habiendo sobrevivido al confinamiento
El acto institucional es el único que no se ha podido celebrar
Empezó sin un presupuesto claro y con un equipo de gobierno que ya no está, pero aun así la conmemoración del centenario de la escritora Teresa Pàmies (Balaguer, 1919-Barcelona, 2012) ha alcanzado todos los objetivos fijados en marzo del 2019. La comisaria Montse Barderi y el escritor Sergi Pàmies se muestran satisfechos.
El hijo de Teresa Pàmies recuerda que el año dedicado a la escritora empezó cuando la consellera de Cultura era Laura Borràs y el director de la Institució de les Lletres Catalanes, Joan-elies Adell. Ahora la consellera es Mariàngela Vilallonga, y el director, Oriol Punsatí-murlà. Cuando se presentó, el presupuesto estaba por definir, pero Sergi Pàmies, como representante de la familia, prometió que se entregarían en cuerpo y alma en todo lo que fuera necesario.
Y así ha sido. El escritor y colaborador de La Vanguardia concluye que el éxito del año responde a tres factores: “El primero, todas las reediciones que se han publicado de la obra de Teresa. El segundo, las pequeñas actividades que se han hecho por todo el país, y que a ella tanto le habrían gustado. Y tercero, la calidad de los actos principales”.
Sergi Pàmies destaca la lectura dramatizada de Testament a Praga, en el teatro Romea, con Emma Vilarasau y Jordi Bosch; el homenaje de su vertiente radiofónica con los célebres boleros, con el periodista Josep Cuní y el pianista Sergio Pàmies (nieto de la escritora), en la Biblioteca de Catalunya; y, como motor de todo eso, el trabajo de Montse Barderi: sin sus ganas y empuje, sólo se habría hecho un 10% de lo que se ha hecho”.
Con respecto a las reediciones, nueve en dos años, Sergi Pàmies afirma que para él “es lo más importante, porque eso queda y renueva los fondos de las bibliotecas”. También recuerda las traducciones al castellano de Jardín hundido y Vacaciones aragonesas. Y quita importancia al hecho de que no se haya podido celebrar el acto institucional de clausura: “Por la catástrofe esta, es lógico que no se haya podido hacer. Además, los años se encabalgan y ahora ya están en marcha el de Perucho, Carner...”.
Por su parte, la escritora Montse Barderi ha querido agradecer la confianza que le dio la familia cuando fue designada comisaria. “Teresa murió hace sólo siete años y, por lo tanto, todavía la tenemos en la añoranza, los sentimientos y el afecto,” afirma Barderi, y resume que durante este año se han hecho 220 actividades en torno a la escritora y su obra, que incluyen 22 clubs de lectura, 40 conferencias, 7 mesas redondas, 65 representaciones, 7 homenajes, 2 jornadas de estudio, 2 rutas literarias, presentaciones de los libros, 64 sedes de la exposición itinerante, 9 boletines...
“Todo el mundo que lo ha querido ha sido invitado a participar”, dice, y pone como ejemplo la cuenta de Instagram: “Dos estudiantes, Tània Banús y Berta Pladevall, me vinieron a ver y se ofrecieron para gestionar el Instagram, que consideraron que lo que se estaba haciendo era ‘una mierda’. Una mierda que hacía yo, claro. Hicieron stories y de todo, y pensé que a Teresa le habría gustado porque decía que los jóvenes siempre tienen razón”. En la web del año se puede consultar la recopilación de los actos y también los vídeos de los espectáculos, explica. Y de lo que se muestra más satisfecha es de la pluralidad de las colaboraciones y de haber conseguido hacer una celebración muy próxima y popular, “como era ella”.
Barderi también le quita importancia al hecho de que no se haya celebrado el acto institucional de clausura, pero lamenta la actuación prevista de la actriz Míriam Iscla, “que tenía que leer unos textos de Teresa Pàmies y los había estado preparando para decirlos con el acento de Balaguer”.
Sergi Pàmies valora la calidad de los actos, la multitud de actividades populares y el trabajo de Montse Barderi