El Camp Nou sube la persiana
El Barça regresa a su estadio para tomar la temperatura del nuevo fútbol
Definitivamente, esta Liga, como no podía ser de otra forma, será recordada como la del coronavirus. Pero también se la podría calificar como la del calor. O como la del silencio, el que habrá en la gradas, al menos en el regreso y hasta nueva orden, con equipos presionando a los gobiernos autonómicos para que abran la veda del público y el Consejo Superior de Deportes tratando de que no se adultere la competición y los tendidos, si se abren, lo hagan en todos los campos. A esta Liga del nuevo fútbol tratan de adaptarse los equipos a machamartillo. En ello está el Barça, que ayer regresó a su santuario del Camp Nou 91 días después de la última función, una victoria ante la Real Sociedad (1-0). Lo hizo en una fecha señalada, cuando se cumplían cinco años de su último título en la Champions, el que logró en Berlín ante el Juventus.
ESCENARIO DE COMPETICIÓN
Fútbol de grandes dimensiones
Desde que el Barcelona regresó al trabajo el 8 de mayo ha ido ejercitándose en las distintas fases marcadas por el protocolo de Laliga. Primero en individual, después en grupos reducidos y desde el lunes, con todo el colectivo. Pero siempre lo había hecho en su campamento base de la Ciutat Esportiva. Ayer los futbolistas de Quique Setién se reencontraron con el Camp Nou, un hecho muy poco habitual para una práctica pues el Barça se entrena prácticamente siempre en la Joan Gamper. El cuerpo técnico apostó por ello para que los jugadores se adapten de nuevo y en la medida de lo posible a las sensaciones de jugar en un escenario de competición. Setién organizó un partido de entrenamiento. El equipo gris estuvo formado por Ter Stegen, Sergi Roberto, Lenglet, Umtiti, Cuenca, Sergio Busquets, Riqui Puig, Rakitic, Braithwaite, Griezmann y Ansu Fati, que ayer sí trabajó con normalidad tras cuidar su rodilla en días anteriores. El amarillo se alineó con Neto, Chumi, Piqué, Araujo, Alba, De Jong, Arthur, Vidal, Collado, Suárez y Kike Saverio. Venció el amarillo por 3-1 con goles de Piqué, Saverio y el recuperado Suárez, mientras que Braithwaite fue el autor del único tanto del equipo gris.
LAS GRADAS VACÍAS
Adaptarse al entorno
Salvo giro copernicano de los acontecimientos (en la desescalada casi todo es posible) el Barça jugará en Mallorca el sábado 13 de junio y en el Camp Nou, contra el Leganés, el martes 16, a puerta cerrada. Es decir, en medio de ese fútbol tan extraño, el del silencio, ese en el que apenas entran a los recintos unas 300 personas y en el que se oye el contacto con el balón y todas las conversaciones que mantienen los futbolistas, los comentarios de los árbitros y las instrucciones de los entrenadores. Un panorama distinto, en especial para los conjuntos que actúan como locales, que se sienten huérfanos y extraños en su propia casa. Tomar medidas, tomar temperatura, coger físico, trabajar la táctica y asociarse con el entorno. Esos fueron los objetivos de la prueba de ayer. Un ensayo que al no tener rival delante ni tampoco colegiado no pudo ser del todo completo. Hay que tener en cuenta que, como se está viendo en la Bundesliga, los árbitros, factor humano mediante, sacan más tarjetas y señalan menos faltas a favor de los equipos locales que en los encuentros con público. Sin esa presión ambiental, los anfitriones han de ser más superiores desde el punto de vista estrictamente futbolístico para imponerse. El Barça, que lleva sin perder en la Liga en el Camp Nou desde el 18 de noviembre del 2018 (ante el Betis por 3-4), ha de tener en cuenta también este factor.
MÁS BALÓN, MENOS CONTACTOS
Con un ojo en Alemania
Todos los analistas del fútbol, y los del cuerpo técnico del Barça no son una excepción, han virado su mirada en la últimas semanas hacia la Bundesliga. El fútbol que ha vuelto allí ha tenido como rasgo habitual un menor número de contactos entre los futbolistas, una cantidad más pequeña de regates, ante la falta de fuelle físico, y una mayor importancia del fútbol de circulación. Que corra el balón. Si en España ocurre lo mismo eso puede ser bueno para el estilo de Setién, que siempre se caracterizó por cuidar la pelota de forma extrema.
ALERTA CON LAS LESIONES
El estudio de los datos
Desde que se produjera la vuelta a la actividad, Umtiti, Messi, Ansu Fati, Semedo y el canterano Monchu han tenido problemas físicos. Ese es uno de los peligros tras un parón tan largo sin jugar. En una competición exprés cualquier percance puede suponer perderse buena parte de lo que queda de temporada. Por eso bien harán los barcelonistas en ir al límite... sin pasarse del límite. Los datos que ofrece la tecnología serán más estudiados que nunca.