La Vanguardia

Hinchas de fútbol por la democracia

Cuarenta años después de Sócrates , los ‘torcedores’ del Corinthian­s se lanzan a la calle contra Bolsonaro

- ANDY ROBINSON

Amnistía, amplia, general y sin restriccio­nes, rezó la larga bandera desplegada por Chico Malfitani y dos otros hinchas en el estadio del club Corinthian­s en São Paulo durante un partido contra el Santos. Fue un domingo de febrero de 1979 en plena dictadura militar.

Fue la primera vez que se realizó una protesta masiva contra los generales en el poder desde el golpe de 1964. La peña Gavioes da Fiel (los halcones de la lealtad) del Corinithia­ns con 120.000 socios, se convertirí­a en una fuerza popular por la democracia. No era una casualidad que el genio del centro del campo Sócrates, que sería uno de los líderes del movimiento contra la dictadura, jugara entonces para el Corinthian­s.

Tres años después Sócrates, un medico de profesión que fumaba, bebía y jugaba un fútbol de ensueño, creó Democracia Corinthian­a, con el apoyo de otros jugadores como Wladimir, Casagrande y Juninho. El nuevo sistema puso a los jugadores al mando del club y trató de exportar el ejemplo de la democracia directa a un país que emergía de la dictadura. Cuando se votó sobre la convocator­ia de elecciones generales en 1982, la reivindica­ción de la campaña popular “Directas ya!”, Sócrates anunció que cancelaría su inminente traslado al club it ali anoFiorent in asilo s diputado svot abana favor de la democracia( cooptados por los militares, votaron en contra ).

Cuatro décadas después, la democracia brasileña se tambalea tras repetidas amenazas del presidente de ultraderec­ha Jair Bolsonaro –admirador de aquella dictadura militar– de intervenir en el Tribunal Supremo y cerrar el Congreso. Escasean ya intelectua­les como Sócrates en el glitterati del fútbol brasileño –ya expatriado­s– y jugadores como Neymar, Alisson –el portero del Liverpool– y Felipe Melo, que ha jugado en Españ e Italia, apoyan públicamen­te al presidente de ultraderec­ha.

Pero los Gavoies da Fiel –con Chico Malfitani aún a la cabeza– volverán a salir a la calle hoy domingo para revindicar la democracia y apoyar a las institucio­nes del estado de derecho. Es más, se juntarán hinchas de los otros grandes clubs de São Paulo, el Santos, el Palmeiras y el São Paulo. “No somos enemigos; vamos a trabajar juntos para defender la democracia y la libertad”, dijo Malfitani en una entrevista en el medio TV247. “Bolsonaro no tiene un proyecto para proteger la salud, solo defiende a sus hijos y a la dictadura”.

No solo habrá manifestac­ión de los hinchas en São Paulo. “Ya hay una rivalidad entre los hinchas de Corinthian­s y Flamengo de Río de Janeiro para hacer la mayor manifestac­ión. Porque todos estamos preocupado­s por lo que está haciendo Bolsonaro”, dijo en una conversaci­ón telefónica el periodista de deportes y escritor Juca Kfouri. “Cuando se trata de los hinchas de futbol todo es posible”.

La hinchada del Flamengo, el club más grande de Río que ha tenido su mejor temporada desde hace muchos años, no perdonó al presidente del club, Rodolfo Landim, cuando se reunió hace 10 días con Bolsonaro y con el presidente de Vasco da Gama para una reunión sobre la reanudació­n de la liga brasileña. La imagen de Bolsonaro con camisetas del Flamengo y su hijo Flavio vestido del uniforme del Vasco, sentó muy mal en gran parte de la hinchada de ambos clubs.

Bolsonaro es hincha del Botafogo aunque “se pone la camiseta de cualquier club si le conviene”, dice Ronaldo George Helal, sociólogo del fútbol de la Universida­d Católica de Río (UC). La unidad de las hinchadas rivales en la protesta contra Bolsonaro, así como la presencia del movimiento de trabajador­es sin techo, es el primer indicio de que la izquierda empieza a organizar una respuesta a los grupos bolsonaris­tas que se manifiesta­n cada semana contra el congreso y el Tribunal Supremo, así como contra las políticas de confinamie­nto en la grandes ciudades. Brasil ya es el punto negro planetario para la propagació­n de la Covid-19 pero Bolsonaro sigue minimizado la pandemia y rechaza las medidas de cuarentena.

Crece el miedo, como advirtió el escritor Luiz Eduardo Soares en una entrevista en La Vanguardia en abril. “Bolsonaro puede provocar un estallido popular en las calles y saqueos para facilitar un estado de sitio”. “Está en juego la democracia”, dijo Malfitani. “No podemos quedarnos con los brazos cruzados”. Pero hay un problema. Existe el peligro de que la propia manifestac­ión de los hinchas antifascis­tas sea el motivo por el que Bolsonaro decrete un estado de sitio.

“Tengo miedo a que algo pase; que haya infiltrado­s en la protesta que provoquen violencia y Bolsonaro aproveche para cerrar el Congreso”, dijo Ronaldo George Helal, en una conversaci­ón telefónica. Tanto Bolsonaro como el vicepresid­ente, Hamilton Mourao, han amenazado con criminaliz­ar a los grupos de hinchas bajo la ley antiterror­ista. Los líderes del Partido de los Trabajador­es (PT) han desaconsej­ado participar en las manifestac­ión en la calle tanto por el peligro de contagio como por el peligro de provocació­n por grupos bolsonaris­tas y por la propia policía que, en su gran mayoría, apoya al presidente. “Bolsonaro está preparando una trampa”, advierte en su blog Luiz Eduardo Soares en una carta pública a los hinchas para instarles a no manifestar­se.

LA AMENAZA

Muchos temen que el presidente ultra provoque violencia para decretar un estado de sitio

TODOS JUNTOS

Los aficionado­s del Corinthian­s reciben el apoyo de los del São Paulo, el Santos y el Palmeiras

 ?? ALE CABRAL / AP ?? Los aficionado­s del Corinthian­s ya se manifestar­on contra Bolsonaro el 31 de mayo
ALE CABRAL / AP Los aficionado­s del Corinthian­s ya se manifestar­on contra Bolsonaro el 31 de mayo

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