La lenta reincorporación de los afectados por ERTE suscita polémica
Treball critica el retraso mientras la patronal culpa a la incertidumbre legislativa
Desde los máximos de finales de abril, el 14% de los trabajadores en ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) se han reincorporado a sus puestos de trabajo. En Catalunya ha sido un 10%. ¿Es mucho o es poco atendiendo a que la desescalada comenzó el 11 de mayo?
“Son muy pocos los que se han desafectado teniendo en cuenta que en Catalunya el 50% son ERTE de hostelería y comercio. Y el resto de otros sectores”, contesta Josep Ginesta, secretari de Treball de la Generalitat. “Creo que hay un apalancamiento por parte de algunas empresas que retrasan su vuelta al trabajo”.
Las compañías con un ERTE aprobado por fuerza mayor se ahorran el salario de sus trabajadores (salvo la parte que voluntariamente les complementen del sueldo) y entre el 75 y el 100% de las cotizaciones sociales. El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, niega la justificación que da el departament de Treball y asegura que “las previsiones que hacen algunos expertos es que en diciembre se habrán recuperado el 50% de los ERTE”, lo que significa que 1,5 millones de trabajadores se mantendrán en esa situación. “En la actualidad se observa una reanudación progresiva”, añade Sánchez
Llibre. Entre los factores que influyen en la gradualidad de la incorporación a la vida laboral y la actividad empresarial, Sánchez Llibre destaca la incertidumbre legislativa, la falta de clientes y de consumo, el transporte y la no apertura de escuelas que dificulta la conciliación.
José Ignacio Conde-ruiz, director científico de Esadeecpol e investigador en Fedea, asegura que “es muy importante encontrar el equilibrio entre no retirar demasiado pronto las ayudas a los ERTE para no perjudicar a nadie ni tampoco alargarlas en el tiempo más de lo razonable”. Puede haber casos en los que dada la baja demanda a alguna empresa le pueda salir más a cuenta mantener la persiana bajada y ahorrarse los costes salariales a la espera de la que situación mejore. Ángel Hermosilla, gerente institucional de la patronal de pymes Pimec, apunta otro factor: “las empresas tienen una actitud muy prudente porque hacer marcha atrás una vez que has decidido reabrir tiene un coste muy alto”. La interpretación que hacen los abogados laboralistas es que cuando una empresa desafecta a un trabajador en ERTE, si a lo largo de los próximos seis meses despide a cualquier empleado debe devolver las cotizaciones sociales que se ha ahorrado con el ERTE de fuerza mayor.
Por eso muchos empresarios quieren escoger muy bien el momento en el que inicien su desescalada para no equivocarse. Además, el Gobierno ha articulado una serie de bonificaciones para incentivar precisamente la salida de la situación de ERTE. Cristina Torre, de CC.OO., explica que el ministerio de Trabajo ha pedido a los sindicatos que sean flexibles con las empresas a la hora de permitir que se desafecte a un trabajador y se le vuelva a afectar.“la incertidumbre es muy alta y la normativa laboral que se ha aprobado en las últimas semanas genera mucha inseguridad jurídica”, dice Sanchez Llibre que pide “alargar los ERTE de manera indefinida y derogar la cláusula del mantenimiento de la plantilla” aprobada en mayo.
El secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez, opina en relación con la salida de trabajadores de ERTE que lo importante es “respetar el tiempo de cada empresa”. A su juicio ahora que ya se entra en fase 3 es cuando debería aumentar de forma exponencial el volumen de trabajadores que dejan de estar en ERTE.
El secretario de Treball de la Generalitat avisa que “nos preocupa el efecto dominó que provoca que una empresa que puede abrir no lo haga porque perjudica a otra empresa que dependa de ella”. Ginesta apunta que si esta situación se prolonga en el tiempo, el Gobierno podría optar por retirar ayudas o bonificaciones a los ERTE, lo que perjudicaría “a los que realmente lo necesitan”. Conde Ruiz cree que el Gobierno debería analizar sector por sector para identificar el momento correcto para eliminar las bonificaciones a los ERTE en cada uno de ellos.
El catedrático de economía aplicada de la UAB, Josep Oliver, reflexiona que es “una decisión racional” la actitud de “esperar y ver” por parte de algunas empresas dada la magnitud de la crisis y los mensajes que llegan de que los ERTE por fuerza mayor podrían alargarse hasta septiembre o diciembre. “Más que una cultura del subsidio lo que parece es que hay mucho miedo aún en las empresas”, añade.
La menor desafectación se explica también porque una parte de los empleados (78.000) han pasado de ERTE completo a otro de suspensión (ERTE por días).
Otro indicador que muestra que la velocidad de salida de trabajadores en ERTE no es especialmente rápida es si se compara en relación con los afiliados. Con datos de final del mes de mayo, más de un 19% de los empleados que fueron al paro entre marzo y abril han encontrado un trabajo. En cambio, en el caso de los afectados por ERTE el volumen de reincorporaciones es del citado 14%. Conde Ruiz explica que el positivo comportamiento de la afiliación en el mes de mayo es por las características de un mercado laboral basado en un elevado grado de temporalidad con trabajadores con contratos muy cortos.
GENERALITAT
“Hay un cierto apalancamiento de algunas empresas que retrasan su reapertura”
FOMENT DEL TREBALL
“Debe permitirse ERTE de forma indefinida y derogar la obligación de mantener empleo”