Las mujeres lo hacen mejor
Entre los países que mejor han gestionado la crisis del coronavirus figuran Islandia, Taiwán, Noruega, Alemania, Finlandia, Dinamarca o Nueva Zelanda. Todos estas naciones poseen un elemento en común: tiene como primer ministro a una mujer. Como solo el 7% de los países del mundo están dirigidos por mujeres, el dato resulta relevante. Los sociólogos matizan que cuatro de estos países son nórdicos, con un alto nivel de vida y una excelente sanidad pero, cuando se observa las medidas que tomaron, cualquiera se apercibe de que, además, fueron rápidas en sus decisiones, transparentes en las estrategias y desarrollaron políticas de comunicación inteligentes. Algunos sociólogos, ante esta evidencia, han sugerido que seguramente las mujeres al frente de los gobiernos priorizan más las cuestiones de bienestar, pero al mismo tiempo suelen ser personas sobrecalificadas porque han tenido que superar más barreras que los hombres para imponerse en política.
Entre todas ellas destaca Sanna Marin , la mujer más joven en situarse al frente de su país, Finlandia, que asimismo es la líder de menos edad en todo el planeta. Esta socialdemócrata de 34 años es bloguera, madre y la primera de su familia que ha accedido a la universidad. El mérito es mayor pues ha tenido que afrontar una crisis de esta envergadura cuando apenas llevaba dos meses en el cargo. La tercera primer ministra más joven es la laborista Jacinta Ardern, de Nueva Zelanda, de 39 años, que con solo seis casos positivos por Covid-19, confinó el país y cerró fronteras. Como anécdota, autorizó que la policía utilizara unos videos domésticos humorísticos para enviar mensajes a la población durante la reclusión, donde su familia era protagonista. También ha brillado el papel desempeñado por Tai Ing-wen , de 63 años, en Taiwán, del Partido Progresista Democrático, que suspendió todo los vuelos ya a finales del 2019 y no recurrió al confinamiento aunque impuso a la población un paquete de 124 medidas de obligado cumplimiento, que se han demostrado efectivas.
Sin embargo, el papel jugado por las mujeres no termina en la crisis sanitaria. Europa tiene tres mujeres que han pasado a ser decisivas para la futura recuperación económica del continente. Se trata de la canciller alemana Angela Merkel, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen y la presidenta del BCE, Christine Lagarde, que han impuesto sus criterios. Bruselas ha lanzado un plan de 750.000 millones para conseguir una recuperación relativamente rápida, de los cuales medio millón son ayudas a fondo perdido. Por su parte, el BCE ha ampliado el Programa de Compras de Emergencia para Pandemias hasta los 1,35 billones de euros.
En su reciente libro (No te va a querer todo el mundo), Isabel Coixet reflexiona sobre los libros de proverbios orientales que le regalaron en su cumpleaños y aporta uno de cosecha propia: “No se puede espantar la niebla con un abanico”. Por fin la UE, gracias a tres mujeres, es consciente de la verdad que esconde este proverbio falsamente chino.